Fernán-Gómez encarnó a Faustino, un camarero obsesionado con las quinielas al que no le importa que sus hijos tengan o no algo que comer. Su mujer, Eloísa (Lina Canalejas), no puede soportar que su hermana, Luisa (Gemma Cuervo), haya sacado partido a su belleza e inteligencia para salir de la pobreza. Alrededor de estos personajes principales giran otros seres que malviven en una sociedad víctima de sus prejuicios.
Conmemorando este 50 aniversario de su estreno, Gemma Cuervo –la actriz de películas como Vivir al sol (Germán Lorente, 1965) o Vente a Alemania, Pepe (Pedro Lazaga, 1971) y de la serie Aquí no hay quien viva– recuerda aquella época de represión. “La película tuvo mala suerte. La censura no permitió que llegara al público como es debido y me dejó una espina clavada con el cine”. Junto a Gemma, Lina Canalejas y Fernando Fernán-Gómez, también participaron en El mundo sigue intérpretes de la talla de Agustín González, Milagros Leal, Francisco Pierrá, Fernando Guillén, Marisa Paredes o Pilar Bardem.
“Fernando se jugó su prestigió y su dinero en esta portentosa película. No le importó mucho, convencido de que debía rodarla. Mi admiración por él no ha hecho más que crecer con el tiempo”, dice José Sacristán, amigo íntimo de Fernán-Gómez, que está viviendo uno de los mejores momentos de su carrera tras los éxitos de El muerto y ser feliz (Javier Rebollo, 2012), Goya al mejor actor; y Magical Girl, de Carlos Vermut, nominado al mejor intérprete de reparto en los premios de la Academia. “Cada vez que la veo me parece más actual y rotunda”, remacha el actor de Chinchón, que encabezó el reparto de El viaje a ninguna parte (1986), título señero en la filmografía de Fernán-Gómez.