El bello rostro de Nicolás Coronado se ha teñido de maldad en Novatos. Demostrando que –como su famoso padre, José Coronado– puede con cualquier papel, ya sea el médico seductor de El amor no es lo que era, de Gabriel Ochoa; o el carpintero de la serie Águila Roja. “Mi personaje piensa que está haciendo una labor social. Que los golpes que encajan los novatos luego los devuelven al ser veteranos, preparándose así para la competitividad de la vida laboral”, comenta Nicolás. Su víctima y rival en la película es el valenciano Javier Butler, un chico de apenas 19 años que ya se distinguió en Reset, de Pau Martínez. “Álex quiere conquistar la ciudad y hacer muchos amigos. Ni se le había pasado por la imaginación que haya gente cuya única preocupación es joderte la vida”, expone Javier.
Por su parte, Lucía Ramos es otra joven promesa (lanzada en la serie Física o Química) que nos convence con su grata presencia. “Afortunadamente, no he pasado por el trance que experimenta Carla. Es difícil de creer, pero son hechos reales. He puesto todo mi empeño en que quedara reflejada la angustia y las ganas de vivir de la chica”, explica Ramos. La veterana que la lleva por la calle de la amargura en el filme es la madrileña Alejandra Onieva (que encarna a Soledad Castro Montenegro en El secreto de Puente Viejo). “Gladys, mi rol, es muy diferente a mí. Aunque tiene buen corazón, no se opone a la corriente imperante de machacar a las novatas. Personalmente, rechazo cualquier tipo de violencia”, declara la actriz.
No deja de sorprender ver a Emma Suárez, el sueño dorado de muchos adolescentes y jóvenes de los ochenta y los noventa, en el papel de madre responsable y preocupada por su hijo ausente y lejos del hogar familiar por primera vez. “Con ella, cualquier escena se enriquece. No hace falta ni dirigirla. Se adueña de esos momentos en los que la cámara sigue sus expresiones”, dice Aragüés.