¿Cómo ha de ser la relación entre el intérprete y el director cuándo hablamos de proyectos de animación? ¿Cuáles son las mejores maneras de interactuar y que el trabajo de unos y otros sume y no se contrarreste? Uno de los directores de cine y animación más importantes del país, Abraham López Guerrero, dedica una sesión de casi media hora en ponernos al corriente sobre estas cuestiones trascendentales desde el punto de vista laboral y artístico. Es su tercera lección de un total de seis, todos los jueves a través de la web de AISGE y de nuestro canal oficial en YouTube, SOMOS AISGE.

Abraham López Guerrero acaba de obtener el Goya 2021 al mejor cortometraje de animación por Blue & Malone: casos imposibles. Pero su agenda sigue a rebosar de proyectos ilusionantes. El más reciente, su fichaje por Guardián de Dragones para ejercer como director de animación de Dragonkeeper, una superproducción hispanochina (más de 20 millones de euros) que dirige Salvador Simó para su estreno en este mismo 2021 y donde se relatan las aventuras de Ping, una niña que pasa de esclava a heroína cuando obtiene superpoderes y se convierte en guardiana de un dragón milenario.