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31-10-2018


“Este año, por fin, vivo solo de este oficio. Ese es mi mayor logro”



FRANCISCO PASTOR

Debutó en la comedia con el papel que muchos intérpretes al principio rehúyen: el de bruja. Ocurrió en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga, cuando Ángela Chica aún era alumna. “Me sentí un poco triste, pero en cuanto subí al escenario, escuché las risas del público. Vi que era posible enganchar a la gente desde el humor”, rememora. Su formación la ha llevado también hasta la madrileña Central de Cine.

   Cumplidos los 31, se reconoce inmersa en una realidad que para muchos de sus amigos es un sueño: “Este año, por fin, vivo solo de este oficio. Ese es mi mayor logro”. Lo cuenta entre idas y venidas de su última grabación, la de la Brigada Costa del Sol. Su personaje es pequeño, aunque aportará su labor a una producción de altos vuelos, con Hugo Silva, Álvaro Cervantes o Miki Esparbé en el plantel. Atrás queda un sinfín de desventuras, como las que inspiraron el corto Basta de mendigar, gracias al cual Chica presume hoy de victoria en el Notodofilmfest.



   Sus imágenes muestran a la actriz en una de sus principales destrezas: la danza. Chica se maneja en esa disciplina tras su paso por los conservatorios de Granada y Córdoba. En un plano secuencia, dos bailarinas se echan en cara que algo no saliera bien durante su última actuación. La música no sonó. Y les tocó bailar delante de un público desconcertado. Esa situación le aconteció tal cual a esta jiennense de Úbeda. “Creo que el corto gustó porque habla de ese punto tragicómico que es tan habitual en nuestra profesión. De lo que tenemos que aguantar en ocasiones”. El arco de su personaje empieza abajo y acaba arriba, con alguna revelación entreverada sobre la realidad de esa ficticia pareja artística. Como que apenas pueden pagar la luz.

   En su faceta de bailarina ha actuado para La Fura dels Baus. ¡Y en su pueblo! La intérprete lleva en Madrid tres años, desde que le surgió un discreto papel en la serie El Caso. “Prácticamente acababa de llegar a la ciudad. Estaba muy nerviosa. Fue mi primer contacto con un plató de ficción”, narra. En el pasado inmediato, la artista cuenta otro trabajo en Neverfilms, una webserie de la cadena pública. Y por el camino, más comedia: la hemos visto en uno de los especiales de Nochevieja firmados por José Mota. Conoció el cine de la mano de ese Smoking club (2017) en el que actuó junto a Natalia Mateo.

   “Estoy disfrutando mucho del camino que emprendí cuando llegué a Madrid”, subraya. “Este reconocimiento me ha dado impulso, alegría, mucha satisfacción. No lo esperaba. Es un empuje muy grande con el que por fin me veo encaminada”, añade. ¿Saldrá de aquella entrega de premios y de la victoria alguna alianza creativa? Bienvenidas serán, aunque a Chica no le sobra el tiempo. Después de permanecer una temporada en la sala La Grada, llevará el monólogo Mirona hasta los madrileños Teatros Luchana. Si para el Notodofilmfest realizó varias tomas, mano a mano junto a otra intérprete, en este proyecto se verá sola en el escenario. Y la cosa va, precisamente, sobre la soledad. El largo texto de Mirona partió de una pieza de apenas cinco minutos. Quién sabe si el corto Basta de mendigar tomará un rumbo similar.

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