HÉCTOR ÁLVAREZ JIMÉNEZ
− ¿Recuerda el momento particular en que decidió ser actriz?
− No. Fueron muchas las veces que deseé dedicarme a esto, aunque no lo decía en voz alta.
− ¿Quién fue la primera persona a la que se lo contó?
− Creo que se lo conté a mi profesor de música, el mejor que he tenido en mi vida. No recuerdo muy bien si fue así, pero él me empujó a tomar la decisión definitiva, eso seguro.
− ¿Cuál ha sido el mayor golpe de suerte que ha recibido hasta ahora en su carrera?
− Que me seleccionaran para la película de Bollywood Zindagi Na Milegi Dobara. Fue un proyecto mágico por dos motivos: conocí a gente maravillosa y tuve la oportunidad de viajar a la India como actriz. Sin embargo, me han anunciado el que puede ser mi mayor golpe de suerte hace muy poco, aún está todo muy en el aire. Ahora toca cruzar los dedos y esperar a que se consiga la financiación necesaria.
− ¿A cuál de los personajes que ha encarnado le tiene especial cariño? ¿Por qué motivo?
− A Yumah, de una película de época que hice en Marruecos. Era la hija de un bandido del desierto, una guerrera que montaba a caballo, una desertora. Aquel intenso rodaje fue una aventura inolvidable.
− Si el teléfono dejara de sonar, y ojalá que no, ¿a qué cree que se dedicaría?
− Pues… ¡Es muy difícil saberlo! He reflexionado bastantes veces sobre ello y no lo tengo claro. Quizá viajaría por el mundo para realizar documentales. Soy muy aficionada, cada día veo uno cuando me meto en la cama.
− ¿Ha pensado alguna vez en tirar la toalla?
− Ahora ya no. Antes, cuando no sabía lidiar tanto con la frustración, sí lo pensaba muchas veces. Pero se aprende. De todas formas, nunca fue una idea firme, era solo momentánea.
− ¿En qué momento de qué rodaje pensó: “¡Madre mía, en qué lío me he metido!”?
− ¡Al principio de casi todos los rodajes! [Risas]
− ¿Le gusta volver a ver los títulos en los que ha participado?
− No me apasiona. Y si lo hago, prefiero que sea a solas.
− ¿Cuál considera que es el principal problema del cine español y qué solución se le ocurre para paliarlo?
− Hay muy buenas ideas metidas en el cajón. Aquí hay un talento infinito y, sin embargo, no se le da salida. A veces leo guiones de amigos o veo cortos de gente que está empezando y me parecen buenísimos, pero nadie apuesta por ellos, con la consiguiente desmotivación que eso supone. Si solo se busca un tipo de producto, siempre el mismo, nunca tendrán una oportunidad. Es una lástima que profesionales con tantísima pasión solo encuentren muros. No sé la solución, solo sé que tendríamos que apoyar más al sector
− ¿A quién le devolvería antes la llamada, a Tarantino o a Burton?
−A Tarantino. ¡En menos de un segundo!
− ¿Cuál fue el primer actor o actriz que le conmovió?
− No me acuerdo de la primera vez, pero lo han conseguido un montón de intérpretes, evidentemente. Lloré mucho con la película Bailar en la oscuridad, que no volveré a ver nunca más: me parece horrible todo lo que le pasa a su protagonista.
− ¿Qué frase cinematográfica le gusta aplicar como leit motiv personal?
− No tengo ninguna, aunque siempre me acuerdo de unas palabras que dijo Daniel Day Lewis con su personaje de En el nombre del padre: “I wrote it in the dirt and I fuckin’ pissed on it! I pissed on it!”. La cinta me dejó sin aliento, la he visto mil veces. Entre otras cosas, porque adoro al actor y me fascina ese acento irlandés tan increíble.