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19-05-2023


El gallego Alejandro Jato, en la piel del joven Camilo Sesto


‘Camilo Superstar’, la epopeya setentera de un héroe clásico llamado Camilo Sesto

 

El director Curro Novallas y el actor Alejandro Jato acercan la figura del artista en sus frenéticos años de juventud a la audiencia del siglo XXI



ESTELA BANGO

REPORTAJE GRÁFICO: MARIO MARTÍN

En 1972 el musical Jesucristo Superstar se estrena en el Palace Theatre de Londres. Uno de los espectadores que ocupa el patio de butacas es Camilo Sesto. A partir de ese instante surge la leyenda de alguien que lucha contra la censura de la época para traer el polémico espectáculo a esa España en blanco y negro en la que reina el nacionalcatolicismo. Justamente en ese pasaje se centra Camilo Superstar, que se aleja del clásico biopic.

 

   Para Sesto aquella fue la epifanía gracias a la cual decidió lo que quería contar. Al director Curro Novallas no le llegó de golpe la idea de qué contar sobre el artista, pero estaba decido a hacer algo en torno a su recordada figura. “Hubo un proceso de búsqueda de un episodio de la vida de Camilo que tuviera los elementos que tienen las buenas historias. Necesitábamos un protagonista con un deseo muy potente y unos obstáculos tan potentes como el deseo. Ahí aparece un chaval de 27 años que es una superestrella de la música y decide ponerlo todo en pausa para luchar por hacer algo que nunca se había hecho en este país. Pelea contra la Falange, contra los Legionarios de Cristo, la censura e incluso su propia compañía”, explica.



   La difícil tarea de encarnar a este personaje le corresponde al vigués Alejandro Jato. Entre otras cosas, porque a sus 28 años sabía bastante poco acerca del genio de Alcoi. Mediante un extenso proceso de documentación descubrió a un Camilo desconocido para él, que se aleja de ese que habita en el imaginario colectivo de todos nosotros. “Es curioso ver cómo el paso de los años y los acontecimientos de su vida modificaron su manera de ser y que eso llegue a apreciarse incluso en pequeños gestos. La imagen que yo tenía en la cabeza y mi miedo inicial a caer en la imitación contrastaron con lo que encontraba cuando empecé a documentarme, a leer, a ver vídeos e imágenes de cómo era él en los años setenta. Ese es el que retrata esta serie”, en palabras de Jato.

 

   Esta producción de Buendía Estudios y Atresmedia verá la luz a lo largo de 2023. La componen cuatro episodios de 50 minutos que se emitirán en la plataforma ATRESplayer PREMIUM.

 

MADRID, ALMANSA Y LONDRES

Camilo Superstar se encuentra en plena grabación, pero ya arrastra más de dos años de proceso. Primero se llevó a cabo una labor de documentación en la que colaboró la familia del protagonista. Más tarde llegaría la escritura, nada sencilla, adaptada al lenguaje de los setenta. En la fase de preproducción se preparó el rodaje, que durante las tres semanas iniciales permaneció en Madrid. Luego se trasladó a Almansa (Albacete), donde se encuentra uno de los puntos clave para esta historia: el teatro.

 

   “Necesitábamos un teatro que tuviera una caja escénica equivalente a la del Alcalá Palace, donde originalmente se produjo Jesucristo Superstar”, explica Curro Novallas. “Pero iba a ser muy complicado disponer durante semanas y semanas de un espacio de esas dimensiones y usarlo como plató. Resultaría complicado tanto por el patio de butacas como por su estructura de época”. El Teatro Regio de Almansa cumplía esos difíciles requisitos, pero había algo más: lo primero que debían encontrarse los protagonistas era un coliseo prácticamente en ruinas que iría recobrando poco a poco su esplendor a medida que avanzara la historia.

 

   “Ese proceso fue muy bonito”, continúa Novallas, “no todos los días te enfrentas a algo de esa magnitud en términos de construcción. Es realmente complicado intervenir en un lugar con una arquitectura muy concreta que no puedes destrozar. Mientras estábamos grabando en Madrid, el equipo ya estaba trabajando en las ruinas del Regio. A nuestra llegada, bien podríamos pensar que por allí hubiera pasado la guerra. Tenía un punto sobrecogedor”.

 

   La acción no solo se circunscribe al escenario. Tiene el reto de recrear la agenda de un artista consagrado que se pasaba la vida yendo de aquí para allá: grabaciones, promociones, viajes, giras internacionales… El equipo ha aprovechado cada sitio del rodaje para localizar espacios que trasladen al espectador a diferentes países. De este modo, el Teatro Principal de Alicante se ha convertido en el Coliseo de Buenos Aires. Y en esa misma ciudad se simula también la cafetería de Milán en la que Sesto está con Lucía Bosé. La serie sí plasmará con fidelidad el momento que detona toda la historia: “Vamos a ir a Londres para filmar ese preciso instante en el que pasa por delante del Palace Theatre, que entonces estaba estrenando la versión inglesa de Jesucristo Superstar”.



ADRIÁN LASTRA SE REENCUENTRA CON EL MUSICAL

Otra de las figuras fundamentales es la de Teddy Bautista, que en su día puso cara a Judas en el sonado espectáculo encabezado por Camilo Sesto. A Bautista lo encarna ahora Adrián Lastra, que cuenta con amplia trayectoria en musicales. Completan el reparto Natalia Reyes, Pepe Ocio, Javier Godino, Vito Sanz, Óscar de la Fuente y las colaboraciones especiales de Eugenia Silva y Elena Rivera (se pondrá en la piel de Paloma San Basilio).

 

   La de Sesto no fue una lucha en solitario, sino colectiva, sacó el proyecto adelante con el apoyo de un grupo de personas. Y plasmar eso en la pequeña pantalla resulta fundamental, a juicio de Alejandro Jato: “Hablamos mucho del sentimiento de comunidad que se genera, en este caso, en un teatro. Es importante el sentimiento de que haga falta el otro, de no poder hacer las cosas solo".


   La acción trascurre en dos planos. Por un lado, lo que sucede fuera de las tablas. Por otro, la representación del espectáculo encima del escenario. Para Curro Novallas era crucial que esas facetas no se separaran, que dentro del musical siguiera reconociéndose a Camilo Sesto y Teddy Bautista en sus respectivas interpretaciones de Jesucristo y Judas: “Parte de la trama de Camilo y Teddy fuera del teatro se termina de cerrar en el escenario. Las miradas entre ambos forman parte de la historia real, no son tanto las de sus personajes en la función. Me interesaba mucho que el espectador tuviera sensación inmersiva, como de ser alguien que está involucrado en la creación, en vez de que se limitara a verlo desde el patio de butacas”.



PARA LOS FANS Y PARA LOS QUE (AÚN) NO LO SON

Cuando una serie trata sobre alguien apenas conocido entre los más jóvenes, siempre surge la misma incógnita: ¿tendrán interés en verla? En este caso parece que han dado con la clave para conseguir acercarse a aquellos que no estén especialmente interesados en el personaje real. “Es una parte de la vida del artista, sí, pero la historia tiene fuerza por sí misma. Retrata su etapa desde los 26 hasta los 30. Fue un joven con muchísima valentía, que se atrevió a salir de su pueblo, ir a Madrid… y acabó logrando todo eso. A mí, como persona joven, me parece interesante”, argumenta Jato.

 

   Otros atractivos serán el ritmo, la fotografía, el estilo. Camilo Superstar mira al pasado desde el presente. “Estamos ante una serie contemporánea sobre una historia de hace mucho tiempo”, ha descrito su director. Ahí está la colaboración del prestigioso coreógrafo cordobés Antonio Ruz, ganador del Premio Nacional de Danza, además de recursos técnicos que confieren aspecto “moderno” al producto. “No es como volver a una España gris, antigua y rancia que ya no existe, sino que nos permitimos licencias para retratar esta historia de manera moderna y que apele a los ojos del público joven, que está acostumbrado a consumir muchísimo audiovisual”, ahonda Novallas. “Una de las facetas visuales más interesantes es el uso de abundantes planos detalle para mantenernos dentro”, prosigue, “casi como si fuéramos un insecto que se posa en una mesa de los personajes. Así lo vemos todo de cerca”.

 

   Y al mismo tiempo, se mantiene el rigor en la recreación de aquellos años setenta en los que se ambienta la producción. Tanto el departamento de arte como el de vestuario se han mantenido pegados a la época.



POSICIONARSE POLÍTICAMENTE DESDE LA CULTURA

El contexto sociopolítico tiene un papel destacado en esta serie cuya época le queda muy lejos a Alejandro Jato. El actor valora el acercamiento a hechos que tuvieron tanta relevancia para la sociedad: “Entendemos muchas cosas del presente a base de mirar hacia atrás. Mucha gente decía que Camilo era apolítico. Así lo he leído mientras estaba investigando sobre él. Quizá no se expresaba en público como una persona política, pero era político en su manera particular de entender el arte”.

 

   El espacio y el tiempo concretos que enmarcan el relato vertebran el conflicto principal: cómo conseguir llevar a escena un musical tan irreverente como Jesucristo Superstar. “Ya desde el comienzo se ve que que es peligroso. Hay manifestaciones, intentos de sabotaje… En la parte de atrás del teatro hay una pintada que pone ‘Anticristo Superstar’. Está bien recordar que hubo cosas que fueron conquistadas, y este musical ayudó a que hubiera nuevas formas de hacer cultura aquí, en España. Las imágenes subrayan de dónde venimos y adónde hemos llegado. Sería una pena regresar a ese mundo. En Camilo Superstar vemos cómo cierta gente se dedicaba a dar unas órdenes que, probablemente, hoy a muchos les gustaría seguir dando”.

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