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19-09-2018

 

El precio del poder 

Un club clandestino. Una destilería. Un ring de boxeo. Un cabaré. Tiros. Ascenso y caída de una banda criminal. La primera mujer gánster. La1 estrena ‘El Continental’, ambientada en el Madrid de los años veinte

 


De izquierda a derecha, Raúl Tejón, Álex García, Christian Sánchez, Secun de la Rosa y Roberto Álamo, caracterizados en el plató de la serie

 

NURIA DUFOUR

Reportaje gráfico: Enrique Cidoncha (@enriquecidoncha)

A una jornada de concluir las grabaciones que durante cinco meses han dado forma a los 10 capítulos de la nueva apuesta de ficción de TVE, actores y técnicos se afanan por rematar las secuencias –se graba una media de siete al día, algo más de semana y media para completar un episodio– con las que finaliza esta primera tanda. El ambiente es de expectación y despedida. En poco más de 24 horas El Continental echará un telón para levantar otro en la pantalla de La1 con el inicio de la temporada. Pero antes de eso, la proyección de su primer episodio habrá dado el pistoletazo de salida a la décima edición del FesTVal de Vitoria.

 

   La historia de El Continental cuenta el encuentro y enamoramiento de Ricardo León (Álex García) y Andrea Abascal (Michelle Jenner). Él lidera una banda callejera que se dedica al tráfico ilegal de alcohol y mantiene un enfrentamiento con la que lidera su tío (un Roberto Álamo en el pellejo de Baena). Ella es hija del dueño de una arruinada sala de fiestas (Manolo Solo) y crea su propia banda criminal. Andrea se aleja del estereotipo de la época: para sobrevivir entre hombres y afrontar la deuda contraída por su padre solo le queda la opción de traficar. En su caso, con morfina. Y adopta así un rol de delincuente masculino.

   

   La llegada de Ricardo para reflotar El Continental convierte el local en epicentro de la vida nocturna. Allí no solo se generarán los negocios más turbios, sino que también será el punto de reunión de lo mejor y lo peor de la sociedad. El conflicto está servido.

 

Christian Sánchez apunta a Álex García

 

   Frank Ariza es creador, productor y director general de esta ficción, cuyo rasgo distintivo es la libertad. En lo visual se mezclan los looks de Madrid, Nueva York y París, existen ciertas reminiscencias de la película de Scorsese Gangs of New York. Aparecen personajes muy cercanos a los de los cómics. Pero también se observan licencias argumentales, pues en España nunca hubo una Ley Seca.

 

   El lugar donde se recrea el club El Continental, decorado principal que da nombre a esta producción de Gossip Events (Perdóname, señor, Yo quisiera) y del que parte la trama central, es un plató situado en la localidad de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Allí también se han levantado decorados menores y sets polivalentes, así como un entramado de calles y callejuelas de tierra desde las que se pueden contemplarse las fachadas de varios de los enclaves principales (el club, un burdel, una carbonería, un almacén de comestibles, una bodega, un hotel, un salón de peluquería…). Las paredes practicables facilitan los tiros de cámara.

 

   No se ha escatimado en detalles para ir dando forma a esta historia de bajos fondos, tugurios de humo denso, combates de boxeo amañados, contrabando y tiroteos en medio de la calle a plena luz del día.

 

Roberto Álamo, entre Secun de la Rosa y Raúl Tejón

 

Espacios naturales

Semanas antes de instalarse en el plató que acogería el escenario principal, el equipo (un centenar de profesionales) ya había grabado en localizaciones naturales de la capital. Entre ellas, la antigua estación ferroviaria de Príncipe Pío, cuyo vestíbulo en desuso (de aproximadamente 2.000 metros cuadrados) y otras dependencias del edificio (600 metros cuadrados más) han hecho las veces de una gran destilería. Ese es otro de los puntos neurálgicos de la serie. El Soto de Viñuelas y lugares de Torrelodones figuran también en la lista de localizaciones reales. Y en la Finca Gózquez de San Martín de la Vega se han ubicado algunas estancias para capítulos concretos (calabozos, sala de interrogatorios, prostíbulo, campamento gitano) y el mundillo de Baena, jefe de una de las bandas del hampa, el antagonista de la historia. 

 

   Para Roberto Álamo, el actor que lo encana, Baena es posiblemente el personaje más oscuro y truculento de El Continental. “Es un tipo hecho a sí mismo, lo que se entiende por un mafioso sin escrúpulos. Encontrar un lado humano y afectivo en él es bastante difícil, aunque intenta mitigar la culpa con que Ricardo León (Álex García) le machaca desde hace años”. Porque Ricardo responsabiliza a su tío de la prematura muerte de su madre.

 

   Curtido en personajes complejos, quería huir del cliché, del malo que ya es malo solo levantando la ceja. Para ello intentó encontrarle humanidad, profundizar en cuáles fueron las circunstancias de su niñez. “He tirado de mi fantasía para tratar de imaginar cómo fue la vida de este hombre antes de convertirse en mi personaje”. Y le preguntamos si en esa fantasía trabaja con referentes: “El mayor referente que encuentro siempre soy yo. Si puedo anclar un personaje con mis propias emociones, me siento mucho más seguro porque no miro fuera, sino dentro de mí. Todo lo que saques de ti te salvará”.

 

Estefanía de los Santos y Carmina Barrios

 

Vivir otras épocas

Álex García, por su parte, investiga siempre la época en la que se mueven todos sus personajes. Define a Ricardo León como un tipo solitario, sin familia a la que aferrarse, líder por naturaleza, sin empatía alguna. “Hasta que conoce a Andrea y descubrir el miedo al amor, a la pérdida, al dolor. El tío más valiente del grupo resulta ser el más sensible”, nos revela.

 

   Al actor canario le avalan varias series de época, desde Amar en tiempos revueltos Tiempos de guerra pasando porTierra de lobos Habitaciones cerradas. “Hay gente con cara de antiguo o le queda bien la época”, bromea. Reconoce lo mucho que le gusta este tipo de ficciones: “Me encanta aprender historia, empaparme de todo lo que no sé, recordar de dónde venimos, ser conscientes del machismo que ha habido hasta hace poco”. Vivir otros tiempos le ayuda a sumergirse en el papel y a no confundirse consigo mismo. “Por mucho que el personaje pueda parecerse a ti, hay olores, tactos, caracteres de los que te impregnas”. Busca por la calle y entre conocidos suyos rasgos que se parezcan a los de sus personajes.

 

   Él había visto la producción británica Peaky Blinders, con la que El Continental podría guardar alguna similitud estética, antes de saber que la protagonizaría. Nuestra serie bebe de referentes universales. “La historia de amor que viven Ricardo y Andrea tiene algo de Romeo y Julieta, pero también de Nicole Kidman y Ewan McGregor en Moulin Rouge”. Pero parece que García lo tiene muy claro: no puede comparar El Continental con nada de lo que ha hecho. “En casi ninguna serie de las que he hecho, y son muchas, me he sorprendido tanto como en esta con la evolución de mi personaje. Y de las tramas. Hasta en el desenlace del último episodio ocurrían cosas que no me esperaba”.

 

   Esa diferencia respecto a “lo hasta ahora visto” la repiten sus compañeros de reparto. ¿Por qué? Porque encontramos personajes con muchas capas y acciones inesperadas. Sus evoluciones están marcadas por giros imprevisibles. “Todos tenemos claroscuros”, apunta Estefanía de los Santos, “y eso está impreso en los personajes. Es muy estimulante trabajar la contradicción, romper la estructura que traes en la cabeza, modificar casi sobre la marcha lo que le suceda a tu personaje”. La artista compara el devenir de Gloria con sus propias experiencias vitales. “Ahora cambio cosas que pensaba que eran inamovibles. Me gusta tener la capacidad de poder desdecirme”. El Continental supone la primera historia de época para esta sevillana, que aspiró al Goya a la mejor actriz revelación por Grupo 7.

Mariola Fuentes

El director Rafa Montesinos y Yan Huang

 

   Su Gloria es una superviviente, una buscavidas cuyo afán por prosperar la conduce al mundo del hampa. A ese universo pertenece Julián, el rol de Raúl Tejón, quien se crió en la calle. Como el resto de los hombres de la banda de Ricardo León. “Ellos se han convertido en su familia, quizá no la mejor, pero sí la que él ha elegido”, anota Tejón, que aplaude la apuesta de la cadena pública por un producto tan rompedor: “Saben que en la diferencia encuentran un nuevo público y que eso enriquece a todos, a cadenas y audiencias”.

 

Libertad creativa

Sobre el ritmo de trabajo en una serie de ambientación a la que hay que añadir grandes dosis de acción, Tejón destaca la libertad creativa que brindan tanto Frank Ariza como los otros directores: Kike Maíllo y Rafa Montesinos. “Se ha generado una dinámica entre nosotros que no se puede expresar por escrito. Los directores saben cómo captar y aprovechar lo que podemos aportar como actores”. 

 

   Él sabía montar a caballo y utilizar armas por sus trabajos anteriores en la serie Bandolera y el largometraje Legionario. “Para Legionario estuve entrenando con un sargento de la Legión porque jamás había cogido una pistola. Y mucho menos sabía llevarla”. Aunque a veces se haya recurrido a especialistas, pues son numerosas las secuencias que así lo requieren, la producción ha dejado que los actores sean quienes pongan sus propios límites. A juicio de Álex García, esa decisión “ha aportado bastante dinamismo y ha hecho que estemos muy vivos en cada escena, solucionando todo el rato”.

 

   A las mujeres, pieza clave en esta trepidante historia de pistoleros y pistoleras, se las retrata ejerciendo poder, según los creadores. “Salen a la calle, comienzan a destacar, a tener planes, a diseñar estrategias y ejecutarlas”. Para construir a Gloria, De los Santos no tiró de bibliografía, lo hizo “a bocajarro”. Explica que, aunque se prepara el texto en casa, no sabe cómo responderá hasta que llega al set y escucha al compañero. “Según me den la réplica, termino de encajar lo que me esté pasando en esa secuencia. Nunca lo sé a priori. Me gusta mucho trabajar así”. 

 

   “Escuchar”. Esa palabra también la pronuncia Roberto Álamo mientras explica su trabajo con las secuencias. Y la pronuncia despacio, parándose en cada sílaba. “La magia se da en esas interpretaciones donde los actores se escuchan y hablan como si no hubiera guion.¿Por qué cuando entraba Marlon Brando en escena solo le mirabas a él? Porque estaba conectado con el otro. A mí me tiene que preocupar no lo que tengo que decir, sino cómo reacciono ante lo que me da el compañero. Recuerdo una frase del maestro [Sergio] Peris Mencheta: ‘En la actuación el diamante no está en ti, está en el otro”.

 

Moda 'flapper' y charlestón: Vuelta a los años veinte

Hasta que no se viste y peina como Gloria, Estefanía de los Santos no termina de componerla. “En el momento en que te colocan una faja o un liguero, tu paso se acorta y caminas más recogida. No tienen que decirte cómo debes andar porque esa actitud te la van a dar la blusa, la falda, el vestido o los zapatos”.

    El vestuario de El Continental, alquilado y confeccionado por los estilistas que capitanea Anna Pons, se inspira en un mundo mágico y onírico, muy de cuento. Nos lo revela Itziar Sánchez-Biezma, la productora ejecutiva. Para diseñar las prendas femeninas, el equipo no se ha limitado solo a los años veinte, pues se ha permitido ciertas licencias, buscando también referentes en las décadas anterior y posterior. De Londres han llegado corsés, cuero y trajes de fiesta, con pailletes y otros materiales típicos de aquel tiempo. Para el destacado personaje de Belice, una gitana que se rebela contra las rígidas convenciones de su etnia y a la que interpreta Paz Vega, se han confeccionado vestidos inspirados en zíngaros y hechiceras. 

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