“Quiero hacer la ruta de Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo en la película”, habrán dicho muchos espectadores. En uno o dos días pueden recorrerse casi todas las localizaciones, repartidas fundamentalmente entre las localidades sevillanas de La Puebla del Río e Isla Mayor.
Caminar por las calles de La Puebla del Río, que ronda los 12.000 habitantes y es cuna de artistas flamencos, nos acerca a un excelente legado artístico. Porque también están arraigadas las sevillanas, con conjuntos de la talla de Los Romeros de La Puebla, además de compositores de este cante idóneo para amenizar las ferias.
La ruta por este pueblo de casas blancas hace paradas en la iglesia de Nuestra Señora de la Granada y la ermita de San Sebastián. Si hay una recomendación que no pasan por alto los cigarreros, como se conoce a los vecinos, es la de que probemos su cocina. Resulta casi una obligación para el visitante, ya que aquí el concepto de sugerencia se queda corto. Arroz con pato, con bogavante, con langosta… Caldereta de venado con salsa de champiñones. Gambas blancas. Setas al ajillo. Las cañitas. Los quemaítos. Lo mejor es sentarse a la mesa y probar recetas hasta saciar estómago.