BANDO SONORO
Adrián Expósito
Hay una canción para cada momento.
Y cada persona
Le conocíamos solo como actor, pero ya no. Aquel bebé que aprendió solito a dar la vuelta a las cintas de los Beatles se coloca ahora frente al micrófono
FERNANDO NEIRA (@fneirad)
Muchos conocieron a Adrián Expósito (San Lorenzo de El Escorial, Madrid, 32 años) de la mano del director Roberto Pérez Toledo, que aprovechó su fotogenia serena e inquietante para protagonizar Los amigos raros (un mediometraje en línea que acabaría convirtiéndose en fenómeno viral) e integrarse en ese delirio festivo y coral titulado Como la espuma. Pero la mirada intensa y penetrante de Expósito, un treintañero de facciones eternamente joviales, no ha dejado de asomar por aquí y allá, siempre sumando puntos para convertirse en mucho más que una promesa. Carlos Iglesias ya había confiado en él, siendo todavía un chavalín, para la entrañable 2 francos, 40 pesetas, prolongación de aquella autobiografía sentimental que había sido 1 franco, 14 pesetas. Su encanto instantáneo tenía que acabar trasladándose al ámbito televisivo, antes o después, lo que acabaría sucediendo tanto en Toledo, cruce de destinos (su Cristóbal le permitió foguearse en la ficción de época) como, sobre todo, en la incombustible El secreto de Puente Viejo, donde su Pablo Centeno era un desertor militar de naturaleza enamoradiza, con Carolina Solozábal (Berta Castañé) como destinataria de sus desvelos. El increíble finde menguante, ópera prima de Jon Mikel Caballero, un drama generacional y fantástico que se presentó con muy buena acogida tanto en el Festival de Málaga como en el Festival de Cine Fantástico de Bilbao (FANT), fue su última referencia cinematográfica de relieve antes del barbecho pandémico.
El paréntesis le ha servido, precisamente, para reactivar las ansias por abordar de una vez por todas su otra gran pasión, la musical. Una canción junto a los gallegos Lemot ha servido para que saltasen, en el mejor de los sentidos, todas las alarmas: Adrián canta algo mejor que bien. Y también compone: atesora un puñado de canciones a las que da forma y salida en estos meses, aunque aún no quiera desvelar con detalle quiénes serán sus compañeros de viaje. La selección musical que propone para Bando sonoro demuestra no solo su eclecticismo, sino la importancia que la música ha tenido, casi desde la cuna, en cuantos movimientos le ha ido deparando el destino. Hay aquí recuerdos familiares y sentimentales, además de un homenaje explícito a esa otra gran ciudad, Barcelona, que le ha acogido y abrazado durante estos últimos años. Para este joven eterno de mirada vivaz, el futuro es siempre una invitación a soñar.
JORGE DREXLER
Asilo (feat. Mon Laferte)
(De Salvavidas de hielo, 2017)
Cuando desde AISGE me llamaron para sugerirme que participara en Bando Sonoro no sabía por donde empezar ni qué canciones elegir. Hay tantas y tan buenas… Y fue entonces cuando pensé en una frase que dijo mi amigo Jorge Marazu, el cantautor abulense: “Siempre hay una canción para todo”. Y tiene toda la razón. Porque la música es el lenguaje universal que nos acompaña, nos guía, nos comprende y enseña. Y para mí, junto con el cine, es la manera de expresar todo lo que soy y siento. La música está presente en mi día a día y hoy he decidido transformar su frase y dedicar algunas canciones, porque también “siempre hay una canción para alguien”. Esta va dedicada a todo el que lea este artículo; una de mis canciones favoritas.
THE BEATLES
Across the universe
(De Let it be, 1970)
Mi madre siempre escuchaba música mientras hacía las tareas de la casa y un día, al término de la cara A del casete, la música se paró. A los pocos segundos la música volvía a sonar: era la cara B. Mi madre fue corriendo al salón porque no entendía qué había podido pasar y se encontró con su hijo, un niño con poco más de un año que apenas andaba cuatro pasos sin caerse, sentado cerca del radiocasete escuchando con atención la musica favorita de su mamá. ¡Había aprendido a dar la vuelta al casete para que la música no dejara de sonar! Y es que sonaban The Beatles y no podía consentir que aquello acabara... Esta es una de nuestras canciones favoritas. Te la dedico a ti, mamá. Gracias por enseñarme la música a través de tu universo.
QUEEN
Bohemian rhapsody
(De A night at the Opera, 1975)
Ahora hablemos de mi padre. ¡Y de Queen! Se convirtió en mi grupo favorito gracias a él, que lo escuchaba en bucle cuando estaba en casa o en el trabajo. Aún recuerdo cuando los ponía a todo volumen y nos cantaba y bailaba a mi hermano Óscar y a mí. Especialmente esta canción, que vivía y cantaba como si fuera el propio Freddie Mercury (aunque con su acento inglés de Las Casillas, el barrio de San Lorenzo de El Escorial donde vivimos). Me encantaba porque siempre quise ser como mi padre, incluso cantar como él. Te la dedico, papá: como dice otra de sus canciones, We are the champions!
LED ZEPPELIN
All my love
(De In through the out door, 1979)
Más allá de Queen, nunca he sido demasiado fan del rock, aunque siempre lo haya escuchado y tenido canciones sueltas en mis cintas, cedés y listas de reproducción. Pero hace unos meses conocí a una persona muy especial que, al ver cómo le apasiona y vive cada nota, cada instrumento, cada letra (además de sacarme una sonrisa tonta), me ha enseñado a disfrutar del género. Cuando estamos juntos suenan grupazos como Led Zeppelin, Guns N’ Roses, AC/DC, Boston, Journey, Kansas, Eagles, The Who, The Doors… o Pink Floyd, su favorito. Y aunque no sean flautas, esta canción va dedicada a ti, Marina: mi rockera favorita.
Univers
(De Kevin, 2019)
Una de las etapas más bonitas de mi vida fue mi estancia en Barcelona, donde, además de conocer una de mis ciudades favoritas, aprender su idioma, disfrutar de su cultura, pueblos y gente, conocí personas muy especiales con las que que he compartido momentos inolvidables. Amics, amors i amants catalans; aquesta cançó és vostre. Gràcies per haver-me acollit i tractat com un més. Sou el meu Univers preferit.
Lo que no pude besarte (feat. Adrián Expósito)
(Single, 2021)
Para acabar, quería compartir esta canción de los autores gallegos Pablo Sobrino y Álex Castro, integrantes del grupo Lemot. A principios de año me brindaron la oportunidad de grabar juntos este acústico tan especial. El primero, bueno…, y el único (de momento). Pero, en definitiva, el que me ha animado a empezar mi nueva aventura artística, esta vez musical. ¡Grazas, amigos, por este agasallo!