Carol Rovira
Sentir atracción sexual con MacGyver y dar la nota con un disfraz equivocado
• Nada más despertarme... Un café cargado, con leche de arroz fría. Pensar en ello me ayuda a levantarme.
• Lo primero a lo que echo un vistazo cada día… Spotify. Me gusta abrir los ojos con música, sea la hora que sea. Me pongo un estilo u otro dependiendo de si necesito energía o de si estoy alterada y necesito calmarme.
• El objeto más preciado que tengo por casa es… mi clarinete. No sabéis la cosa que me da irme de vacaciones y dejarlo solo en casa: tengo miedo de que entren a robar y me lo quiten. No es lo más común, ¡pero es mi mayor pesadilla!
• Las horas vuelan cuando… estoy en mi pueblo. Quiero ver a todo el mundo e ir a todos los sitios, así que me paso el día visitando a familia y amigos y haciendo comilonas. ¡El tiempo al final se me pasa volando y voy sumando kilos fácilmente!
• Me resulta inevitable la manía de… ir descalza. Me encanta. Si pudiera, lo haría por la calle. Me hace sentir libre y me conecta con la tierra.
• No me acuesto sin… ponerme la alarma. Por la naturaleza de nuestra profesión nos pegamos grandes madrugones. Eso sí, cuando no tengo que madrugar, me encanta no ponerme el despertador y dormir hasta lo que el cuerpo me pida.
• Nunca podré olvidar el momento en que… estaba haciendo submarinismo en Koh Tao (Tailandia) por la noche, con linternas, a 20 metros de profundidad. Recuerdo que el instructor apagó su luz y nos indicó a mi chico y a mí que lo hiciéramos. El corazón me iba a 100. Me imaginaba que monstruos marinos descomunales nos rodearían y que al encender de nuevo la linterna me encontraría una cabeza deforme a solo un palmo de mi cara. ¡A veces la imaginación es cruel! Pero al final hicimos caso y se hizo la oscuridad absoluta. El instructor removió el agua con movimientos bruscos de sus brazos y empezamos a ver lucecitas que se movían. Era el plancton. Fue precioso. Mágico y tenebroso a la vez. Me vinieron a la cabeza mis personas más queridas, incluso las vi en sus escenarios cotidianos: mi madre preparando la cena, mi padre recogiendo tomates en su huerto… Me sentí muy lejos de ellos y extremadamente pequeña e insignificante en medio del océano. Es de esos momentos que me llevo hasta el fin de mis días.
• El juguete que me volvía loca de pequeña… Mis patines en línea. Tuve varios, a medida que mis pies crecían. Iba con ellos puestos a todos sitios, incluso cuando mi madre me mandaba a la compra al súper: patinaba por los pasillos sin pudor.
• Mi primer recuerdo televisivo pertenece a… MacGyver. Recuerdo ser muy niña, mirar a ese hombre y sentir cosas, no entendía qué me pasaba. Años después entendí que aquello se llamaba atracción sexual.
• La interpretación me cambió… el modo de empatizar con la gente. Siento que soy mucho más asertiva y tolerante. He aprendido a escuchar más al otro y a no juzgar, a tratar de entender a todo el mundo. En definitiva, mucha psicología. Amo mi trabajo porque pienso que te hace un poquito mejor persona.
• La última vez que un admirador me sorprendió... fue en un baño del aeropuerto de Singapur. Estaba mal vestida porque en los viajes me pongo lo más cómoda que puedo. Y medio dormida. Cuando salí del baño con el ojo casi cerrado y totalmente despeinada tras no sé cuantas horas de vuelo, vi a aquella chica que me esperaba. Me hizo gracia que me reconociera tan lejos de casa y con esas pintas. ¡No quiero saber cómo quedé en la foto que nos hicimos!
• Para tener suerte llevo conmigo… Tengo una piedra azul que me regaló un amigo en un momento de la vida con muchas dudas. Representa el chakra de la comunicación y me da seguridad tenerla siempre cerca porque pienso que me ayuda a expresarme y a hacerme entender.
• Soy un desastre... con la tecnología. Siempre que uso el PC de alguien hay fallos, siempre me aparecen ventanas que me piden que instale programas que desconozco, me olvido de mis propias contraseñas hasta que al final bloqueo el acceso, me han robado el móvil más de una vez... ¡Un auténtico desastre!
• Pasé vergüenza... un par de años atrás, con la invitación de mi amiga y actriz Anna Moliner a su fiesta de San Juan. Me envió una nota de voz en la que me explicaba que cada invitado tenía que llevar algo de comida, que yo hiciera una tortilla de patatas y que se trataba de una fiesta temática: los chicos debían ir de Kiko Rivera y las chicas, de Bad Gyal. No sé si es que me pilló en mal momento cuando escuché la nota, pero el caso es que entendí que las chicas tenían que ir de Batgirl. Aunque no me pareció muy coherente la relación entre invitados e invitadas, me curré un disfraz brutal: con antifaz, capa dorada de un antiguo disfraz de Pedro Picapiedra, convertí un tricornio de la Guardia Civil en las orejas de la famosa heroína y hasta me hice un cinturón con pequeños bolsillos como el del personaje. Nadie se imagina la cara que se me quedó al llegar a esa fiesta donde no conocía a nadie con la tortilla de patatas en las manos, el orgullo de haberme currado un disfraz como aquel... y ver que todos iban caracterizados de raperos 'malotes'. ¡No entendía nada, me quedé en shock! Cuando se me pasó el susto fui la sensación de la noche, todo el mundo venía a hablar conmigo con el chiste del disfraz. No me lo quité en toda la noche.
• La app más reciente a la que hice hueco en mi móvil… es 21 Buttons. Me encanta la ropa, y aunque considero que tengo mi propio estilo y no me uno a "lo que está de moda", pillo ideas.
• Flipé por la casualidad de... coincidir con mis dos actrices favoritas, Clara Segura y Nora Navas, en las jornadas Filosofia i Teatre, organizadas por LaPerla29 y dirigidas por Oriol Broggi.
• Admito que no tengo pelos en la lengua para hablar de… lo que sea. Me gusta hablar abiertamente de todo.
• La gente se parte de risa cuando cuento... la historia de la niña pez, que es como la bauticé. Este verano me clavé una aleta de pez en una playa de México y me operaron. Me ahorro contar la aventura entera porque necesitaría disponer de tres páginas en la revista.
• A veces me miran como a un bicho raro por… pintarme en el metro o en el bus.
• Qué susto me llevé… Hace poco viajé con mi madre a Marruecos y alquilamos unos quads para ir por el desierto. Ella iba detrás del instructor (por lo visto se fiaba más de él que de mí) y yo iba sola. Después de casi una hora de ruta, cuando llegamos a la duna más alta, con vistas al mar, me apeteció una parada. Al ver que el guía seguía adelante, me pareció un desperdicio no detenernos en ese maravilloso paisaje de tanta belleza, así que saqué el móvil para inmortalizar ese momento único. El caso es que la duna de repente bajaba en picado, no lo vi, no quise soltar el iPhone para que no se rompiera y eso me impidió girar el manillar y esquivar un tronco enorme clavado en la arena. Me adelanté a la catástrofe y salté del quad para evitar que cayera sobre mí. Di varias vueltas sin soltar el móvil para nada y mi pose final fue con el brazo estirado para que no le entrara arena. Menudos gritos los del instructor cuando vio el accidente… ¡Suerte que no entendí nada de lo que me dijo!
• Un personaje histórico con el que me habría tomado un café… Chavela Vargas.
• No me resisto si en la carta de un restaurante veo… cualquier plato con salmón, desde poke a sushi o tartar.
• Regresaría mil veces… a Cuba, Argentina, México o Indonesia.
• Quien más se aproxima a mi concepto ideal de belleza es… James Franco.
• Confieso que me bloquea el miedo a… las alturas. Aunque siempre que puedo, intento combatirlo, ponerme a prueba.
• Quisiera parecerme a… Ruth Wilson. Es una actriz inglesa a la que admiro mucho, me encanta su naturalidad y cómo escucha al otro.
• Cuando me muera… Que sea de viejecita, con una sonrisa, sin sufrimiento, rodeada de los míos.
• Me gustaría que me recordaran por… haber vivido plena y felizmente, por haber amado a los míos y habérselo demostrado. ¡Ah! Y que cuando alguien me recuerde, se le dibuje una sonrisa en el rostro.