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El anecdotario de Javier Ocaña

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Carlos Iglesias (Sancho Panza) y Juan Luis Galiardo (Don Quijote) fueron los protagonistas de 'El caballero Don Quijote' (Manuel Gutiérrez Aragón, 2002)


El gafe de Cervantes para los directores extranjeros


JAVIER OCAÑA

Nuestro Manuel Gutiérrez Aragón logró llevarlo a cabo (primero en formato de serie de televisión y después en película). Y antes lo hizo Rafael Gil, en 1948. Pero si los cineastas españoles triunfaron en semejante reto, tres enormes directores de EEUU fracasaron. Hablamos de El Quijote y/o el universo Miguel de Cervantes. Es conocida la tentativa de adaptación de la monumental novela por parte de Orson Welles, que filmó material durante varias décadas en México, Italia y España, entre 1955 y 1972, para dejarlo inacabado. Finalmente aquello encontraría forma de largometraje con el trabajo de montaje de su ayudante, Jesús Franco. También trascendió el caso de Terry Gilliam y su El hombre que mató a Don Quijote, una cinta que fue abandonada tras una riada que arrasó con el decorado y el equipo, además de diversos problemas de producción en los comienzos del rodaje. [El empeño de Gilliam hizo que su propuesta por fin llegara a las salas en 2018].


   Quizá se conozca menos la intentona de King Vidor de acercarse a la vida del escritor. El director de obras tan sensacionales como Y el mundo marcha, El manantial Duelo al sol, ya en el final de su carrera, en 1965, recibió la propuesta de un productor francés de realizar una película sobre la juventud de Cervantes. La idea, como dice el propio Vidor en su maravilloso libro de memorias, Un árbol es un árbol (Paidós), fue recibida con ilusión porque "la juventud de Cervantes no estaba falta de acción ni de aventuras". Con guion de Herbert Dalmas, a la hora de preparar el rodaje se encontró con la negativa de las sucesivas estrellas propuestas: primero, Tony Curtis; luego, Charlton Heston; y finalmente, Paul Newman. Este decía que nunca había hecho una historia de época y que por eso "le daba miedo", según palabras de Vidor. Sin estrella no había película, al menos no con el presupuesto inicial, así que el director intentó reducirlo, pero como las dificultades continuaban, acabó abandonando. El proyecto se llamaba A man called Cervantesengrosó la lista de títulos malditos sobre el genio español y su universo. Por desgracia, Vidor no llegó a realizar ningún largometraje más antes de su muerte en 1982, a los 88 años.

Terry Gilliam y Jordi Mollà en la filmación de 'El hombre que mató a Don Quijote'

Óscar Jaenada dio vida en esa peculiar cinta a un simpático gitano 


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