Marina Seresesky, Leticia Dolera, Marta Aledo y Natalia Mateo acompañan a José Manuel Carrasco en la sesión inaugural de una iniciativa concebida para revisitar los mejores títulos del formato breve. Se proyectaron piezas de todas ellas y también de Manuela Burló Moreno
Leticia Dolera retrocedió hasta los tiempos en que grababa los 'making of' de los proyectos en los que actuaba. Pronto le supieron a poco y plasmó en imágenes sus historias. Hoy, con su ópera prima Requisitos para ser una persona normal a las espaldas y a punto de estrenar su serie Vida perfecta en Movistar+, contó cómo se las apaña para encajar simultáneamente la dirección con la interpretación. Para responder a una pregunta del público ahondó en una cuestión peliaguda: "He hecho desnudos que no quería hacer". Y otros acabó rechazándolos, como el de una película de terror en Francia. "Fui a una reunión y me dibujaron como una vaca al corte, indicando cuánto trozo de mi teta y culo se vería en pantalla. ¡Qué guarro aquel señor! La que montó para una escena de ducha que luego quizá se caería en montaje...".
"Soy cañera pero no estoy muy enfadada". Volcada en su faceta interpretativa, Natalia Mateo lleva ocho años sin rodar cortos. ¿La explicación? Recordó una convocatoria de ayudas para largometrajes a la que se presentó y en la que todos los beneficiarios fueron hombres... Decidida desde sus comienzos tras la cámara a echarle cara para tirar adelante, solo se espanta si alguna decisión suya en calidad de directora quiebra la fragilidad de un actor.