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Una hornada de polifacéticas creadoras que es referencia en el cine español... y amadrina 'Cortos XXI'


Marina Seresesky, Leticia Dolera, Marta Aledo y Natalia Mateo acompañan a José Manuel Carrasco en la sesión inaugural de una iniciativa concebida para revisitar los mejores títulos del formato breve. Se proyectaron piezas de todas ellas y también de Manuela Burló Moreno 



El coordinador del ciclo, el cineasta y docente José Manuel Carrasco, junto a las cuatro participantes de la sesión inaugural: Marina Seresesky, Leticia Dolera, Marta Aledo y Natalia Mateo





El coloquio con las actrices y directoras comenzó el coloquio formulando preguntas a las invitadas, que abordaron temas que generaron diálogo con las espectadoras y espectadores.



Leticia Dolera retrocedió hasta los tiempos en que grababa los 'making of' de los proyectos en los que actuaba. Pronto le supieron a poco y plasmó en imágenes sus historias. Hoy, con su ópera prima Requisitos para ser una persona normal a las espaldas y a punto de estrenar su serie Vida perfecta en Movistar+, contó cómo se las apaña para encajar simultáneamente la dirección con la interpretación. Para responder a una pregunta del público ahondó en una cuestión peliaguda: "He hecho desnudos que no quería hacer". Y otros acabó rechazándolos, como el de una película de terror en Francia. "Fui a una reunión y me dibujaron como una vaca al corte, indicando cuánto trozo de mi teta y culo se vería en pantalla. ¡Qué guarro aquel señor! La que montó para una escena de ducha que luego quizá se caería en montaje...".  



"Soy cañera pero no estoy muy enfadada". Volcada en su faceta interpretativa, Natalia Mateo lleva ocho años sin rodar cortos. ¿La explicación? Recordó una convocatoria de ayudas para largometrajes a la que se presentó y en la que todos los beneficiarios fueron hombres... Decidida desde sus comienzos tras la cámara a echarle cara para tirar adelante, solo se espanta si alguna decisión suya en calidad de directora quiebra la fragilidad de un actor.


 

Deudas considerables y una hernia arrastra Marina Seresesky desde su filme La puerta abierta. Dijo con gracia que ser cineasta es como "ir a vender Rolex". Porque al ver que no te compran determinado guion, tienes que ir con el catálogo de propuestas muy preparado. "Además de un drama, también tengo una comedia, un 'thriller', terror... Al mencionar ese género te preguntan con quién has escrito el guion. ¡Como si las mujeres no supiéramos hacer terror!", resumió. En cuanto a la dirección de actores, no concibe "el maltrato para sacar lo mejor de un intérprete". Y admitió que "ser actriz te hace tratar con más sensibilidad y respeto al elenco".     




Marta Aledo intervino a la hora de tratar las críticas con que pueden encontrarse los intérpretes que dan puntualmente el salto a la dirección por parte de quienes se dedican en exclusiva a ello. El tan polémico intrusismo. Y en su caso, la acogida de los compañeros de la industria cinematográfica siempre ha sido muy positiva. Eso sí, ha observado un prejuicio recurrente: "En principio creen que solo sabemos dirigir actores, no ven que también tenemos inquietudes visuales y plásticas".


    







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