– ¿En qué momento de qué rodaje pensó: “¡Madre mía, en qué lío me he metido!”?
– En el corto de Cicatrices, porque era la única actriz que no era conocida. Pensaba que no sería capaz de hacerlo, que me venía grande.
– ¿Le gusta volver a ver los títulos en los que ha participado?
– No, no soporto verme en la tele o en el cine. Solo me veo la primera vez que se emite, pero nunca más.
– ¿Cuál considera que es el principal problema del cine español y qué solución se le ocurre para paliarlo?
– Desde mi punto de vista, el principal problema radica en que en España no se cree en el cine español. Por eso se cierran salas, por eso no hay financiación y por eso la gente no se molesta en ir al cine. Pienso que toda esa energía que desarrollamos para apoyar a “La Roja” bien la podríamos manifestar cuando un actor gana un Goya o incluso un Óscar. Se necesita más apoyo social en todos los sentidos.
– ¿A quién le devolvería antes la llamada, a Tarantino o a Burton?
– ¡A Tim Burton!
– ¿Cuál fue el primer actor o actriz que le conmovió?
– Leonardo DiCaprio.
– ¿Qué frase cinematográfica le gusta aplicar como ‘leit motiv’ personal?
– No es una frase, sino el título de una película: La vida es bella.
– ¿Qué largometraje ha visto tantas veces que se sabe los diálogos completos de alguna escena?
– Desayuno con diamantes.
– ¿Cuál fue la última película que no fue capaz de ver hasta el final?
– El pianista, de Roman Polanski. Nunca he podido terminar esa película, sufro mucho...