– ¿Cómo va la película en inglés que anhela?
– Lea mi novela y encontrará la respuesta. Ya está soñada, pensada y escrita. De todas maneras, “dar el salto” no es un sueño ni un fin para mí. Aunque a veces den ganas de irse para no volver.
– ¿La crisis limita el talento doméstico?
– No. Trabajar con limitaciones no es necesariamente malo. Al revés, dispara la imaginación. No hay que dejar que nada ni nadie nos impida contar historias.
– Por esta sección han pasado Bea Sanchís, Antonio Méndez Esparza, Rodrigo Sorogoyen, Manuela Moreno, Carlos Vermut… todos de gran proyección. ¿Diría que estamos en un buen momento de creatividad?
– No creo que sea ni mejor ni peor. Siempre ha habido grandes cosechas de cineastas con mucho que contar y con universos poderosos y particulares. Lo que somos, es en gran parte gracias a quienes nos han precedido y han ido abriendo camino. Siempre hay que mostrar respeto.
– Muchos de ellos, como usted, son grandes cortometrajistas. ¿El corto es la esencia del contador de historias?
– No sé si tanto, pero desde luego que es un formato con entidad propia. Un fin en sí mismo. Es la mejor de las escuelas, donde experimentar, crecer, foguearse, asumir responsabilidades, coger oficio y aprender a amarlo y respetarlo. Pero insisto, al menos en mi caso, nunca fue un simple paso previo al largometraje. De hecho, este año voy a rodar dos cortometrajes.
– En España, ¿diría que al formato corto le cuesta triunfar sin humor?
– No, para nada.
– ¿Quién le gusta de sus colegas coetáneos?
– Prefiero no dar nombres, que luego pasa lo que pasa y los ausentes se molestan. Todos los que me han acompañado, enseñado, compartido y divertido, tanto dentro, como fuera de las salas.
– Se cumplen diez de su debut en el largo con AzulOscuro… ¿Qué ha ganado y qué ha perdido?
– ¡Qué rápido pasa el tiempo! Como soy un ser contradictorio por naturaleza, diré que lo que he ganado es igual a lo que he perdido. He ganado libertad. He perdido libertad. He ganado amigos, actores, experiencias. He perdido amigos, actores, experiencias. He ganado amores. He perdido amores. He ganado dinero. He perdido dinero. He ganado frescura. He perdido frescura. He ganado miedos. He perdido miedos. Y así podría seguir un buen rato…
– ¿Su siguiente proyecto largo llegará en 2016?
– Uf, no sé. Estoy empezando a escribir. Hasta que no tenga una versión de guión con la que esté contento, es imposible de predecir. Pero como prontísimo sería a finales de año.
– ¿Con cuánto presupuesto se apaña usted para rodar?
– El presupuesto de mis películas ha rondado los 2 millones de euros y las 7-8 semanas de rodaje. Pertenezco a la ya casi extinta clase media del cine español.
– ¿Cuál es la mejor película modesta que ha visto en los últimos años?
– Magical Girl, Mapa, Vete de mí.