Año 1956. El cineasta Juan de Orduña y la actriz Sara Montiel necesitan un éxito. Él lleva dos años sin rodar una película pese a su prolífica trayectoria. Ella ha metido cabeza en Hollywood tras su buena racha en México, pero no termina de despegar. En mayo de 1957 uno y otra estrenan un melodrama con canciones titulado 'El último cuplé' sin imaginar la magnitud del fenómeno: consigue permanecer durante 325 días en el cine Rialto de Madrid, una circunstancia nunca vista antes. Esa acogida de la película trasciende las fronteras españolas y se programa en salas de 30 países de Europa y América. ¡Llega incluso a Japón!
Hoy nadie duda de lo magistral de la obra de Benito Pérez Galdós, aunque en la dictadura de Franco no se veía con buenos ojos. Discurso anticlerical, denuncia social... Hasta tal punto temía el régimen los textos del autor canario que en 1942 la censura echó por tierra un proyecto de la poderosa productora Cifesa por culpa del adulterio. Y una película inspirada en la novela 'El abuelo', donde un anciano busca a su nieta bastarda, se torna imposible sin abordar ese tema. Pero la historia ha saltado del papel a la gran pantalla en tres ocasiones: la exitosa versión de Garci en 1998, la de Rafael Gil en 1972, la película muda de José Buchs en 1925.
Año 1967. El cineasta aragonés gana el León de Oro en Venecia y permanece meses en las carteleras de las principales ciudades de Europa gracias a 'Belle de jour', la historia de una mujer que se prostituye durante las horas en que su marido trabaja. Y eso que no tiene necesidad porque es burguesa. Lo hace por placer. La protagonista es Catherine Deneuve. "Fue quizá el mayor éxito comercial de mi vida, lo que atribuyo a las putas de la película más que a mi trabajo", admitía Buñuel. Otros sí supieron apreciar lo decisivo de su aportación desde detrás la cámara. Es el caso de Martin Scorsese, que calificó la cinta de “embelesadora, perversa, hilarante y poética". Muestra de su valor cinematográfico fue la magnífica acogida entre el público estadounidense con motivo de su reposición en 1995.
Año 1965. Al productor Armando Moreno se le ocurre convocar para una misma película a los tres cineastas más brillantes de España en tiempos de la dictadura franquista: Luis Buñuel, Juan Antonio Bardem y Luis García Berlanga Berlanga. El proyecto se titula 'Mañana es tarde'. Los tres han tenido problemas con la censura, pero Bardem decide trazar sin cortapisas las líneas maestras de la historia: una comedia sobre el adulterio ambientada en la Semana Santa cordobesa... ¡e incluso con procesiones de por medio! Julia Gutiérrez Caba y Antonio Casas darían vida a los infieles cónyuges del matrimonio protagonista. Con semejantes mimbres, el régimen prohibió radicalmente el rodaje.
Parece que tanto el escritor como su Don Quijote se resisten a que directores foráneos les lleven a la pantalla. Lo consiguió con éxito, en la grande y en la pequeña, Manuel Gutiérrez Aragón. Y muchas décadas antes lo había hecho Rafael Gil. Pero la nómina de muy insignes cineastas estadounidenses que zozobraron en medio de sus singladuras quijotescas o cervantinas incluye desde Orson Welles a King Vidor, quien en los años sesenta enterró el proyecto 'A man called Cervantes' y nunca más dirigió un largometraje hasta su muerte en 1982. Terry Gilliam no se dio por vencido ni después de la riada que desbarató una de sus intentonas de rodaje de 'El hombre que mató a Don Quijote', puesto que esa película acabó llegando a las salas por fin en 2018.
Allá por febrero de 2005 la cinta de Amenábar brindaba a España su cuarto Óscar en el apartado de mejor película de habla no inglesa. Hasta ahí la parte conocida del asunto. Pero le corresponde a 'Mar adentro' el mérito adicional de ser la primera producción española en aspirar a una categoría técnica de los galardones de Hollywood. Concretamente, la de mejor maquillaje y peluquería, donde competía Manolo García gracias a aquel inolvidable 'milagro' de transformar a Javier Bardem en José Luis Sampedro. No ganó, pero marcó un hito mayúsculo para nuestro cine.
Año 2001. Alejandro Amenábar rueda 'Los otros' con Nicole Kidman de protagonista y Tom Cruise como productor. El éxito está servido. En España alcanza una recaudación de 27 millones de euros, una cifra que permanecerá imbatible a lo largo de más de un decenio, pero incapaz de resistir al 'tsunami' de 'Lo imposible'. Y luego vendría el fenómeno masivo de la saga 'Ocho apellidos...'. Aunque aquella película de terror sí puede presumir todavía de su rendimiento en el extranjero: su taquilla final rozó los 207 millones.