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El anecdotario de Javier Ocaña

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Hollywood casero

 

El Coloso de Rodas que resucitó en España

 

¿Una mole tan alta como la Estatua de la Libertad para recrear la Grecia clásica? Un péplum de Sergio Leone –quién, si no– lo hizo posible en Laredo

 

JAVIER OCAÑA (@ocanajavier)

Cares de Lindos, escultor griego, la modeló en el año 280 a. C. en la isla de Rodas. Pero un terremoto se la llevó por delante en el año 226 a. C. Desde entonces, dibujos y cuadros, aparte de diversos escritos de lo que pudo ser y significar aquella mole de más de 30 metros de altura (similar a la Estatua de la Libertad), dedicada al dios Helios, han recorrido la historia de la pintura y la literatura. Y también del cine, con un exponente máximo: El Coloso de Rodas, coproducción entre Italia, España y Francia dirigida nada menos que por Sergio Leone, en su debut tras la cámara, con diversas intrahistorias laborales de meridiana moraleja, y un rodaje en España en parajes cántabros, asturianos, segovianos y conquenses.

 

Leone era un joven de 31 años que debutaba como director, pero que ya tenía amplia experiencia: con 20 años había sido asistente de dirección de Vittorio de Sica en Ladrón de bicicletas; con 22, director de segunda unidad de la superproducción Quo Vadis?, de Mervyn LeRoy, su primer péplum (ya saben, aquellas películas de espada y sandalia con un toque religioso y mucha acción, ambientadas generalmente en las antiguas Grecia y Roma), una labor que continuó desarrollando en otras míticas películas de semejantes esencias, como Helena de Troya, Los últimos días de Pompeya, Ben-Hur, y Sodoma y Gomorra. Sin embargo, el actor principal de El Coloso de Rodas, que en principio iba a ser John Derek, no estaba tan convencido de su experiencia e intentó que lo despidieran para hacerse él mismo con los mandos de la película, además de protagonizarla. En un acto de solidaridad laboral, el resto del equipo técnico y artístico se puso del lado de Leone y el que tuvo que salir por piernas del plan cinematográfico fue Derek, sustituido por Rory Calhoun.

 

Centrada en una rebelión de esclavos contra un rey tirano en la isla de Rodas, y en el golpe de estado del lugarteniente del monarca para aliarse con los fenicios, la película se rodó, entre otros lugares, en los jardines de la Granja de San Ildefonso, en Segovia; en la Ciudad Encantada de la serranía de Cuenca; en Luarca, Asturias; en Manzanares el Real, y sobre todo en Laredo (Cantabria), donde se montó en su puerto la gigantesca mole de cartón-piedra construida para la ocasión. Una histórica foto de la agencia EFE, con un par de costureras del departamento de vestuario cosiendo unas prendas, sentadas frente a un Seat 600, con la estatua reconstruida del Coloso justo detrás de ellas, da cuenta de la maravillosa mentira del cine.

 

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