‘El divorcio que viene’,
la película que se adelantó a la ley
Pedro Masó y Rafael Azcona supieron retratar en 1980, con un reparto memorable, el hartazgo de los matrimonios que no podían separar sus caminos. Y más de 800.000 espectadores se rieron en los cines
JAVIER OCAÑA (@ocanajavier)
El estreno de la película se celebró el día 10 de julio de 1980, y seguro que en ese evento hubo espectadores que se carcajearon de los nervios ante su primera secuencia, con las prisas de ciertos personajes para que se aprobara por fin la ansiada Ley de Divorcio. Y es que, como no podía ser de otro modo, en esos días había gente harta de su pareja, que no podía aguantar más una vida en común. Pedro Masó, siempre atento a los grandes temas de la sociedad de su tiempo, a lo que demandaba el común de los españoles, lo sabía bien. Así que orquestó El divorcio que viene.
En un guion escrito junto con Rafael Azcona, Masó compuso una serie de situaciones cómicas, en tono casi de farsa, con la lucha de sexos como esencia. No se trataba de hacer una obra político-social que reflexionara sobre la institución. El objetivo era hacer una película popular que tuviese tirón comercial, y a fe que se consiguió, con un reparto de lujo integrado por José Sacristán, José Luis López Vázquez, Amparo Soler Leal y Mónica Randall, dando vida a hombres calzonazos, caprichosos, egoístas y cobardes, y a mujeres mucho más decididas y seguras de sí mismas.
De todos modos, los españolitos ávidos de una norma que regulara lo que ansiaban, o que directamente plasmara legalmente su verdadera situación matrimonial, aún tendrían que esperar un año más: hasta el 7 de julio de 1981 no se aprobó la ley, impulsada por el entonces ministro de justicia del gobierno de UCD, Francisco Fernández Ordóñez, con 162 votos a favor, 128 en contra y siete en blanco. Entre los votos en contra, los miembros de Alianza Popular, y también la facción democristiana de la propia UCD, que llegó a pedir la dimisión del ministro de su partido. 800.000 espectadores vieron la película.