ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS

Ya se ha situado Alejandro Vergara (Málaga, 1997) como uno de los actores jóvenes con más posibilidades en la ficción televisiva, al haber aprovechado muy bien sus oportunidades en El secreto de Puente Viejo, Desconocidas y La promesa. En el cine también nos ha sorprendido gratamente con Reflejos en una habitación, un drama de la debutante Ceres Machado donde encarna a un scort al que contrata el personaje de Adriana Ozores, una mujer de vuelta de todo y que busca la compañía y el cariño que no tiene.

   “Hugo, mi personaje en Reflejos..., es mi primer papel protagonista en cine. Fue un placer enorme compartirlo con una de las mejores actrices de España”, ha afirmado el actor. No es la primera vez que le dirige Ceres Machado, con la que ha trabajado en los cortos Una mujer completa y No me dejes así y en los montajes de la compañía Sibila Teatro Bodas de sangre, A solas con Lorca y Medea.

   Vergara se licenció en Arte Dramático por la ESAD de Málaga. También ha trabajado interpretación y casting con Tonucha Vidal y Javier Luna, con Roger Gual y Gerard Oms. “El gusanillo de la actuación surgió en la primera adolescencia, mientras veía series y películas en televisión. Recuerdo que procuraba parecerme a los personajes que más me atraían. Imitaba sus gestos, los tonos de voz...”.

   Su debut en la pequeña pantalla se lo brindó la serie andaluza Éramos pocos (Canal Sur). Posteriormente destacó en episodios de las populares Las chicas del cable y Toy Boy. “El punto de inflexión llegó en 2019 con El secreto de Puente Viejo, con aquel fantástico personaje que fue Tomás de los Visos, hijo de la marquesa doña Isabel, a quien daba vida Silvia Marsó. 'Qué pena que la serie terminara cuando estalló la pandemia!”, comenta el artista, orgulloso de compartir el set con compañeros como Roser Tapias, Berta Castañé, Adrián Exposito o Adrián Pedraja.

   El siguiente éxito de su carrera televisiva sería La promesa (TVE), en la que puso cara al médico Abel Bueno. Esa ficción se ambienta en Córdoba en los primeros años del siglo pasado. Él resume su cometido con las siguientes palabras: “Ese doctor tenía poca habilidad para las relaciones sociales, lo que le ponía las cosas difíciles en un entorno aristocrático y enrarecido”. En el reparto –del que formó parte durante 191 episodios, hasta este 2024- , compartió los focos con Ana Garcés, Arturo García Sancho, María Castro, y Manuel Regueiro, entre otros muchos. “Nos lo pasábamos muy bien grabando", admite, "éramos como una gran familia que nunca olvidaré”.

La senda correcta

Tanto sus excelentes trabajos en esas series como su porte de galán un tanto canalla le han abierto paso en la pantalla grande con intervenciones bien resueltas en Los amores cobardes (Carmen Blanco) y La maniobra de la tortuga (Juan Miguel del Castillo). Este último filme es un thriller encabezaron Natalia de Molina y Mona Martínez. “Esas películas me aportaron seguridad para protagonizar junto a Adriana Ozores Reflejos en una habitación”, resume Vergara. En 2019 ya actuó para Ceres Machado en el corto Una mujer completa, antecedente del largometraje Reflejos..., aunque en aquella ocasión le daba la réplica a Belinda Washington.

   La directora de la cinta comenta que “Hugo, el personaje de Alejandro Vergara en el corto y el largo, es un chico alegre, inexperto en el amor, con pocos estudios pero gran sensibilidad, que descubre tener puntos comunes con el rol de Adriana. Ello finalmente deja a un lado las diferencias de edad, las desconfianzas y los prejuicios”.

   La confirmación de que el actor transita por la senda correcta es su participación destacada en el prometedor thriller de acción Zeta (Dani de la Torre), que está rodándose estos días en Galicia. Quizás sea este uno de los filmes más taquilleros del próximo 2025. Acompaña en el elenco a Mario Casas, Luis Zahera, Nora Navas y Mariela Garriga.

   Tendremos muy en cuenta las nuevas noticias que genere Vergara. A poco que juegue bien sus cartas, será el galán soñado y anhelado por su legión de fans en cualquier serie o película de su halagüeño futuro.