EmerGENTES
Patricia López Arnáiz, conquistadora de nuestros sueños
En los dos últimos años, la actriz de Vitoria ha logrado su pasaporte al éxito en ‘El guardián invisible’ y las series ‘La peste’ y ‘La otra mirada’
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Tres papeles han sido suficientes para que Patricia López Arnáiz nos conquiste y queramos seguir viéndola en pantalla. Nos sorprendió gratamente El guardián invisible, la película de Fernando González Molina basada en la novela de Dolores Redondo, en la que encarnaba a Rosaura, la hermana de Marta Etura. Este año ha triunfado sin discusión junto a Paco León en la serie La peste, la ambiciosa producción dirigida por Alberto Rodríguez. Por último, hace apenas un mes se estrenó la reivindicativa serie La otra mirada, donde López Arnáiz vuelve a mostrar esa personalidad rotunda, esa atracción indefinible a la que nos estamos acostumbrando.
“Ha sido curioso y me ha encantado que en La peste y La otra mirada mis personajes se llamen Teresa y sean mujeres contestatarias, apartadas de la norma en distintas épocas. Seres a los que les gusta pensar por sí mismos”, afirma esta intérprete de 1981. Estudió Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad del País Vasco y Arte Dramático en la Escuela de Teatro Ortzai. “Aunque siempre he querido ser actriz, tardé bastante en decidirme, pero El guardián invisible lo cambió todo. En estos dos últimos años las cosas han ido muy bien, y parece que la racha seguirá”, nos cuenta la actriz, a la que veremos próximamente en El árbol de la sangre (Julio Medem) junto a lado de Álvaro Cervantes, Úrsula Corberó, Najwa Nimri y Emilio Gutiérrez Caba.
“También he protagonizado Vera, de Iban Ayesta Aldanondo, una película de autor en la que encarno a una pastora un poco salvaje, pero al mismo tiempo con veleidades filosóficas, tratando de encontrar las respuestas que necesita en la vida”, resume López Arnáiz, a quien además vimos en las películas 80 Egunean (José María Goenaga y Jon Garaño), Lasa y Zabala (Pablo Malo) y, más recientemente, La herida (Fernando Franco) y Un otoño sin Berlín (Lara Izagirre).
El feminismo y la admiración
“Estoy muy satisfecha con Teresa Pinelo, el personaje que interpreto en La peste. Una pintora que, por los prejuicios de la época, en pleno siglo XVI, debe firmar sus cuadros con el nombre de su padre. Necesita hacer las paces consigo misma, quiere hallar su lugar en el mundo, aunque sabe que lo tiene muy difícil en un mundo tan acotado y tan poco propicio a la libertad de las mujeres como el que se narra en dicha serie”, dice la artista, contenta de que la producción de Movistar+ renueve para una segunda temporada. “Los recuerdos de la primera entrega tendrán que hacer sitio al rodaje de los nuevos episodios. He conocido a un director fantástico, Alberto Rodríguez, y al gran actor Paco León. Ellos y el resto del equipo lo hacen todo muy fácil en una serie tan apabullante”, reconoce.
Como todo el mundo ha alabado su trabajo en La peste, ha sido casi natural que haya enlazado inmediatamente con otra serie. Y también de ambiente sevillano. “Transcurre en los años veinte del siglo pasado. Soy una profesora muy moderna en una academia de señoritas”, relata. Comparte protagonismo con Macarena García, Ana Wagener y Cecilia Freire en una producción de TVE bajo la dirección de Fernando González Molina y Miguel del Arco. “Es muy importante que haya series, y espero que también películas, en las que el papel de la mujer sea cada vez más notorio. Porque hace falta reflejar de igual modo las dos problemáticas, o los dos puntos de vista, que no tienen por qué estar separados”, reflexiona.
Sorprende la inocencia y la espontaneidad de Patricia López Arnáiz cuando expresa su admiración por compañeras de profesión como Susi Sánchez o Bárbara Lennie. “Me gustaría trabajar con ellas, y con muchas más. Necesito experimentar con intérpretes y directores de los que poder aprender. No me da miedo arriesgarme. Quisiera hacer papeles de vieja, de yonqui, de borracha, de una tía que no se entera de nada [ríe]. Estoy segura de que podría hacerlos. Espero mi oportunidad atenta, pero tampoco tengo prisa”, alega la vasca, entre cuyos proyectos figuran las adaptaciones de las otras dos partes de la Trilogía del Baztán (de Dolores Redondo).
Necesitamos a intérpretes que aporten algo nuevo al cine y la televisión en España. Eso es lo que hallaron en ella Alberto Rodríguez, Fernando González Molina y ahora Julio Medem. Si todavía no conocen a Patricia López Arnáiz, descubrirán a una esplendorosa artista con infinitos registros y la fuerza que emerge de los actores de raza. Vayamos a su encuentro.