Los estrenos del 1 de marzo
‘4 latas’
UN DESIERTO REDENTOR
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Gerardo Olivares nos propone una excitante road movie sobre el reencuentro de viejos amigos para cruzar el desierto del Sahara. Rodada la primavera pasada en Gran Canaria, Fuerteventura, Marruecos y Senegal, 4 latas es una producción de Wanda Visión, Es.Docu, Cruzando el Desierto AIE y RTVE, con un presupuesto aproximado de tres millones de euros.
Tocho (Hovik Keuchkerian) y Jean Pierre (Jean Reno) deciden ir a Malí para visitar a un amigo muy enfermo. Este es Joseba, que encarna Enrique San Francisco. Recordando los viajes de los tres en los años ochenta para vender coches en Malí y Níger, esta vez recorren el desierto junto a la hija de Joseba (Ely, Susana Abaitua), en un 4 latas que la joven ha conservado de los periplos de su padre.
El hispano-libanés Hovik Keuchkerian ha captado nuestra atención en Alacrán enamorado (Santiago Zannou), El club de los buenos infieles (Lluís Segura) y El hombre que mató a Don Quijote (Terry Gilliam). Por su parte, Susana Abaitua ha destacado en La llamada (Javier Ambrossi y Javier Calvo), Compulsión (Ángel González) y Viaje al cuarto de una madre (Celia Rico Clavellino). “Rodar en el desierto es una experiencia alucinante. Tuvimos tormentas de arena, conversamos a la luz de la luna... y alguna vez nos emborrachamos”, dice risueña la actriz vitoriana, a punto de estrenar 70 binladens (Koldo Serra).
Nacido en Casablanca de padres gaditanos, Jean Reno conoció a Gerardo Olivares en el filme Hermanos del viento, del que fue protagonista. “Él me animó a escribir esta historia. Me dijo que le encantaría un personaje en 4 latas”, comenta el director sobre el famoso actor francés, quien trabajó a las órdenes del multipremiado Alberto Rodríguez en el corto promocional Las pequeñas cosas.
Encontramos en la cinta haciendo una colaboración especial a Arturo Valls (El mejor verano de mi vida, de Dani de la Orden), en la piel de un valenciano que va de un lado a otro del Magreb fumando hachís y tratando de pasarlo bien. Engrosa el reparto Francesc Garrido (en filmes como El desentierro y series como Sé quién eres y La sala) con el papel Alain, un contrabandista del desierto. Y Enrique San Francisco, veterano y conocido intérprete, intervino hace poco en la cómica Sin rodeos (Santiago Segura).
Madurando recuerdos de viajes
“Comenzó a fraguarse esta historia en 1990, cuando me lancé a atravesar el Sahara con un Seat Panda. Me encontré en la frontera de Malí con dos tipos que llevaban en su camión un coche, varias neveras, generadores de electricidad... Todo ello lo vendían en Malí o Níger por cuatro o cinco veces el precio pagado en origen. Era su forma de vida. Fue entonces cuando se plantó en mi cabeza la semilla de este proyecto”, explica Gerardo Olivares. Llevan su firma las películas 14 kilómetros (Espiga de Oro en la Seminci de Valladolid), La gran final, Hermanos del viento o El faro de las orcas. “En mis siguientes periplos por el Sahara me fui encontrando con todo tipo de aventureros que iban con un coche con el objetivo de venderlo al término del viaje. He ido madurando esos recuerdos hasta llegar al convencimiento de que era una extraordinaria historia para ser llevada a la pantalla”, señala Olivares. En su currículum figuran también series para TVE y más de 80 documentales rodados en los lugares más insospechados del planeta, adquiridos estos por cadenas de gran relevancia nacional e internacional.
El espectador se siente bien viendo esta deliciosa aventura que es 4 latas. En medio de unos impresionantes paisajes nos conmueve la amistad, la solidaridad, el apoyo y la diversión que nos proporcionan los bien perfilados personajes de Hovik Keuchkerian, Jean Reno y Susana Abaitua, Además del rol de Enrique San Francisco, ya en el epílogo. Todos los elementos contribuyen (también la estupenda música de Pájaro Sunrise) a que nos complazca cada momento de ese viaje peligroso y vagamente feliz por las arenas del Sahara, un viaje en el que descubrimos una muy energía positiva a la que no estamos acostumbrados en nuestra gris realidad de todos los días. Merece tener éxito este filme que nos hace salir del cine con los pies ligeros, con una sonrisa en los labios después de un recorrido de conocimiento y amor.