Historias de Lavapiés, rodada con un presupuesto muy ajustado, cuenta con un amplio elenco que comanda Guillermo Toledo, el actor que fundó, con Alberto San Juan y Andrés Lima, la exitosa compañía teatral Animalario, y protagonista de éxitos como las dos partes de El otro lado de la cama (Emilio Martínez-Lázaro, 2001 y 2005) o Crimen ferpecto (Álex de la Iglesia, 2004). “La película me ha aportado muchas cosas”, dice Guillermo, o Willy, el diminutivo por el que igualmente se le conoce. “Ha hecho que siga creyendo en la capacidad de la gente para trabajar de manera altruista, además de comprobar la pasión por el cine que sienten muchas personas en este país”, recalca el intérprete madrileño, que intervino también en Los amantes pasajeros (2013), el último Almodóvar.
Sandra Collantes coincidió con Toledo en la serie Cuestión de sexo (Cuatro), y ha colaborado en producciones como Luna negra, Cuéntame cómo pasó o Frágiles. “Me parezco bastante a mi personaje, Amanda”, comenta la actriz de filmes como Una palabra tuya (Ángeles González Sinde, 2008) y Gente de mala calidad (Juan Cavestany, 2008). “Es una mujer muy luchadora que, a pesar de que todas las circunstancias en un momento dado puedan ser adversas, siempre intenta quedarse con lo más positivo”. También es importante en Historias de Lavapiés la participación de Rafael Reaño, actor que comenzó a despuntar en la serie Al salir de clase y luego en las ficciones televisivas Géminis, venganza de amor, El Comisario u Hospital Central. “Del proyecto me atrajo absolutamente todo: es una pasada y además, como cuesta tanto trabajar, cuando te viene algo así a las manos es una maravilla. ¡Y yo me apunto a un bombardeo!”, afirma Reaño, al que hemos visto en la pantalla grande en Tiempo de tormenta (Pedro Olea, 2003) o La conjura de El Escorial (Antonio del Real, 2008).