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14-11-2018

Los estrenos del 16 de noviembre

‘Alegría, tristeza’

HERIDAS ABIERTAS


ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS

El Festival de Sevilla acoge estos días la presentación de este intenso drama del vasco Ibon Cormenzana, que se coloca de nuevo tras la cámara después de una última etapa dedicada a la producción. Rodado entre Navarra y Madrid, Alegría, tristeza es un filme impulsado por la compañía internacional Rakuten Cinema, con un reparto de excelentes intérpretes que apoyan el gigantesco trabajo que realiza Roberto Álamo, protagonista absoluto de la cinta.

   Un traumatizado Marcos (Álamo) ha sido apartado del cuerpo de bomberos tras el fallecimiento de su mujer, Sandra (Maggie Civantos). Incapaz de comunicarse o de emocionarse con nada, comienza un difícil tratamiento en el que será vital la ayuda de su hija Lola (Claudia Placer) y la psicóloga Luna (Manuela Vellés).


Roberto Álamo y Manuela Vellés


   Roberto Álamo ha demostrado su talla de gran actor en La gran familia española (Daniel Sánchez Arévalo) y Que Dios nos perdone (Rodrigo Sorogoyen), por las que obtuvo sendos Goyas. Con el mismo brillo se ha defendido en Zona hostil (Adolfo Martínez Pérez) o Es por tu bien (Carlos Therón). “Marcos siente rabia por su incapacidad de responder a las emociones. Le embarga una impotencia tan inmensa que le paraliza por completo”, describe Álamo, quien estrenará a las órdenes de José Luis Cuerda Tiempo después.

   Desde su lanzamiento en Caótica Ana (Julio Medem), la madrileña Manuela Vellés nos ha conquistado en filmes como Camino (Javier Fesser), Buscando a Eimish (Ana Rodríguez Rosell), Lobos sucios (Simón Casal)... “Mi personaje quiere que Marcos se cure poco a poco, ayudándole a superar su miedo a los demás”, resume la artista.

   No está de acuerdo con el personaje de Vellés el doctor Durán, que le corresponde a Pedro Casablanc. “Piensa que el bloqueo del personaje de Roberto se supera con otro shock radical”, afirma el actor de la cinta B (David Ilundain), por la que aspiró al Goya. Y para Fernando González Molina interviene en la Trilogía del Baztán. Otro intérprete que acostumbra a impresionarnos es Andrés Gertrúdix, que en esta historia da vida a un interno del psiquiátrico que ha perdido su sentido de la realidad. Gertrúdix nos sobrecogió la pasada temporada con su interpretación en Morir (Fernando Franco), por la que fue nominado al Goya. 

   “Sentí mucha alegría al leer el guion, pensé que podía ser una película importante y bonita”, reconoce Carlos Bardem, compañero de trabajo y amigo de Marcos/Roberto Álamo en Alegría, tristeza. En su filmografía sobresalen Celda 211 (Daniel Monzón) o Alacrán enamorado (Santiago Zannou), un largometraje cuyo argumento bebe de la novela homónima del propio Bardem. Mencionamos también a Maggie Civantos, en las series Las chicas del cable y Vis a vis, así como a la niña Claudia Placer, que estrenó recientemente En las estrellas (Zoe Berriatúa).


Carlos Bardem y Roberto Álamo


Un drama positivo

Cormenzana ha producido películas tan famosas como Blancanieves y Abracadabra (las dos de Pablo Berger) o Blackthorn y Proyecto Lázaro (ambas de Mateo Gil). “Quería volver a la dirección después de Los Totenwackers, de la que han pasado 11 años. Tenía un poco de miedo de hacerlo, pero cuando comienza el rodaje el miedo se aparta solo, porque ya estás metido en faena y tan concentrado que olvidas todo lo demás”, explica Cormenzana. Para escribir el guion junto a Jordi Vallejo se interesó por un trastorno neurológico, la alexitimia, “que llega a afectar hasta a un 10 por ciento de la población. Es básicamente la dificultad de entender las emociones más elementales tanto en uno mismo como en los demás”, comenta el realizador.

   “Dentro del drama, la película tiene un poco de todo: acción, humor y un sentido positivo, de recuperación de los personajes que están sufriendo, como el de Roberto Álamo”, relata Cormenzana. Es además productor de las recientes Viaje al cuarto de una madre y El árbol de la sangre.

   La profunda Alegría, tristeza cuenta con rigor narrativo y ritmo contenido el drama de un hombre arrasado por la pena. Cormenzana dosifica los datos sobre su abatimiento, lo que incrementa la congoja del espectador. Como hemos dicho, Roberto Álamo hace un trabajo soberbio, pero nos encandilan igualmente la magnífica actriz que es Claudia Placer y las aportaciones de Manuela Vellés y Pedro Casablanc.

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