Igualmente al frente del elenco se sitúa, en el rol de un violento sargento, Javier Gutiérrez, otro ganador del Goya al que vimos hace pocos meses en El olivo, de Icíar Bollaín. “Coincido con Luis en que se debe conocer la historia de nuestro país, y esta gesta épica pero innecesaria de Filipinas ha caído en el olvido. La película hace justicia a aquellos sucesos”, opina Gutierrez, popular también por su papel de Sátur en la serie Águila Roja.
Al lado de los consagrados Tosar y Gutiérrez, Álvaro Cervantes (protagonista de la serie Carlos, Rey Emperador) encarna a un soldado dibujante que se convertirá en la conciencia crítica del grupo de militares. “De familia pobre, cree mi personaje que siendo valiente y disciplinado en el frente podrán recomendarle para entrar en la Escuela de Bellas Artes, su sueño”, dice el intérprete barcelonés. Otro joven actor, Patrick Criado, capta nuestra atención incorporando a un soldado que se da cuenta muy pronto del desastre que se les viene encima. “Ni está de acuerdo con las consignas del imperio ni, por supuesto, quiere morir por una causa que no entiende”, comenta Criado, en la serie Mar de plástico.
Una gran historia como la de 1898. Los últimos de Filipinas necesita estar apoyada en colaboraciones especiales de actores que con su sola presencia nos arrebaten. Así ocurre con Eduard Fernández, que encarna al capitán Enrique de las Morenas (“su único objetivo es volver a casa cuanto antes”, dice el actor catalán); con Carlos Hipólito, en la piel del médico Vigil; y con Karra Elejalde, como un religioso cansado de evangelizar y de que Dios haga oídos sordos a sus plegarias. “Durante el rodaje en Guinea siempre tenía la impresión de que un cocodrilo o un bicho raro me iba a morder”, explica, risueño, Elejalde.