Reunión de comediantes
Comedia o drama (reciente su triunfo en La puerta abierta), Carmen Machi es siempre convincente y genial. En Villaviciosa de al Lado encarna a la Mari, que regenta con mucho acierto el club Momentos, venerado por los hombres del pueblo y odiado por las mujeres.
Leo Harlem (cotizado monologuista que hace su debut en el cine) es Anselmo, el alcalde, un político muy moderno y muy corrupto.
Carlos Santos (Roldán en El hombre de las mil caras) incorpora a Ricardo, un izquierdista para el que lo más importante, a falta de ideas, es la pose.
El popular Arturo Valls (en programas de televisión como ¡Ahora caigo!) interpreta al frutero César, un hombre pesimista que no suele enterarse de nada.
Otra excelente cómica, Carmen Ruiz (Mi gran noche, de Álex de la Iglesia) es Milagros, la mujer del alcalde. En realidad es ella la que toma las decisiones de su marido y la que sabe ponerse seria cuando la situación lo exige.
Jon Plazaola (en la serie Allí abajo) aborda el papel de Carlos, un tipo inteligente y guapo, y poco resolutivo, que está a punto de conocer a la mujer de su vida.
La madrileña Macarena García (Palmeras en la nieve, de Fernando González Molina) es Sole, nueva en el puticlub. Ha llegado allí para ayudar a su madre, ya que no ha encontrado otra ocupación en medio de la crisis. Cree que el amor y el sexo son la misma cosa.
A Belén Cuesta la vimos este año en el éxito Kiki, el amor se hace, de Paco León. En la cinta encarna a Elisa, harta del pueblo y deseosa de volver a la rutina consumista de la gran ciudad.
Salva Reina (le recordamos de La isla mínima) es Nino, el tonto del pueblo, aunque a veces parece más espabilado que los normales.
Nominada en 2014 a los Goya por Carmina y amén, la barcelonesa Yolanda Ramos se mete en la piel de Visi, la mujer del frutero. Impulsiva de pensamiento y obra, en cuyo caso es mejor no estar cerca.
Además de la participación de Jorge Asín o Goizalde Núñez, un trío de magníficos veteranos dan mayor relieve, si cabe, a Villaviciosa de al Lado. Julieta Serrano (una madre beata), inolvidable en Mi querida señorita, de Jaime de Armiñán; y los jubilados del pueblo, Tito Valverde (siempre en la mente su Comisario televisivo) y Miguel Rellán, protagonista con Julia Gutiérrez Caba de la obra en cartel Cartas de amor.