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29-10-2018

Los estrenos del 31 de octubre

‘El árbol de la sangre’

LA DENSIDAD DE LOS LAZOS FAMILIARES



ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS

La nueva película de Julio Medem es un ambicioso drama que transcurre en varios tiempos narrativos. Para ello cuenta con un reparto de grandes intérpretes. El árbol de la sangre se ha rodado en distintas localizaciones de la sierra de Urkiola (Vizcaya), Denia (Alicante), Cataluña y Madrid. 

   La pareja que forman Rebeca (Úrsula Corberó) y Marc (Álvaro Cervantes) viaja a un antiguo caserío de la familia de él en el País Vasco para escribir la historia de sus seres queridos. Se remontan a 25 años atrás, cuando llegaron a España los hermanos rusos Víctor (Daniel Grao) y Olmo (Joaquín Furriel), descendientes de españoles exiliados, cuyas relaciones en un mundo de negocios turbios, sexo, historias de amor, celos e infidelidades, acabaron uniendo los destinos de Rebeca y Marc. Pero es posible que un secreto nunca desvelado les separe para siempre.



   Úrsula Corberó ha destacado en Perdiendo el norte (Nacho. G. Velilla), La corona partida (Jordi Frades) y en la serie de éxito mundial La casa de papel. “Tanto Rebeca como Marc tienen cosas agradables que ofrecer a los demás y otras que no lo son. Son buenas personas, con buenos sentimientos, pero no siempre han actuado de forma correcta”, comenta Corberó. Su partenaire, Álvaro Cervantes, está de acuerdo con dichas palabras. “Pienso además que, a partir de esas cosas poco edificantes que han hecho, el espectador reconocerá que también tiene en su vida episodios similares de los que arrepentirse”, dice este intérprete barcelonés de 1898. Los últimos de Filipinas (Salvador Calvo) y la serie La zona.

   Sobre los  personajes de Corberó y Cervantes sobrevuela la historia de Víctor y Olmo. Medem eligió para estos cometidos a dos espléndidos actores: Daniel Grao (consagrado a las órdenes de Almodóvar en Julieta y con el estreno reciente de esos Animales sin collar de Jota Linares) y Joaquín Furriel (bonaerense que nos encantó en Cien años de perdón y con su papel protagonista junto a Maribel Verdú en El faro de las orcas).

   “Lo que sobresale de El árbol de la sangre son las relaciones humanas, la pasión, esos símbolos tan queridos en el cine de Julio”, expone la vitoriana Patricia López Arnáiz tras cautivar con sus trabajos para las series La otra mirada y La peste. Encarna aquí a Amaia, una escritora relacionada con las familias. Habitual en la obra de Julio Medem, Najwa Nimri da vida a la cantante La Maca, madre del personaje de Corberó. Nimri tiene en cartel Quién te cantará (Carlos Vermut) y triunfa aún en la pequeña pantalla gracias a Vis a vis

   Cuatro grandes veteranos de nuestro cine realzan aún más el elenco de El árbol de la sangre. En los roles de padres del papel de Nimri encontramos a Emilio Gutiérrez Caba (destacado recientemente en Brava) y Luisa Gavasa (una de las protagonistas de la todavía en salas Miau). Los progenitores de Víctor y Olmo son Josep Maria Pou (en ese aclamado El reino de Rodrigo Sorogoyen) y Ángela Molina (con una aparición especial en Ánimas). Mencionamos por último a Maria Molins (la editora de Amaia), quien actúaen la serie Todo por el juego.


Najwa Nimri y Daniel Grao


Discurso interior

El árbol de la sangre es una historia narrada en gran parte desde el interior, narrada a sí misma. Contiene dos tiempos narrativos, uno presente, que se puede llamar ‘realidad’, y otro pasado que es 'una realidad ficcionada”, en palabras de Julio Medem. Es autor de títulos tan conocidos como Vacas, La ardilla roja, Tierra, Los amantes del Círculo Polar, Lucía y el sexo o ma ma. “Al tener mucha vida dentro, 25 años y 14 personajes, la película pasa por una gran variedad de estados anímicos. Es emotiva, cálida, cercana, sensual… y está llena de intimidad. A excepción de dos bodas, las escenas transcurren entre pocos personajes a los que les unen relaciones a veces poco claras y misteriosas”, relata el cineasta.  

   Como otras cintas de Medem, El árbol de la sangre nos impresiona tanto por su preciosismo estético como por la sensualidad intimista en la que nos sumergimos con placer e inquietud, pues debemos estar preparados para el descubrimiento de secretos completamente inesperados que harán cambiar nuestra perspectiva del filme. Van desfilando tantos grandes intérpretes por la historia, tantos personajes enérgicos, que nos es casi imposible destacar a alguno. Lo dejamos al juicio del espectador, aunque todos aspiran a un sobresaliente alto.

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