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23-05-2016


Los estrenos del 20 de mayo



‘Todo es de color’



LA MAGIA Y LOS AMIGOS  DE TRIANA
 
 

 
 
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
El veterano cineasta Gonzalo García-Pelayo ha rendido un emocionado tributo al grupo Triana, uno de los más grandes del rock español, en esta road movie en la que la música del legendario trío acompaña una historia de conocimiento y libertad. 
 
   Las primeras imágenes de Todo es de color transcurren en un cementerio. Javier García-Pelayo, su mujer y unos cuantos amigos se han reunido ante la tumba de Jesús de la Rosa, el cantante de Triana fallecido en accidente de tráfico en 1983. Emprenden a continuación viaje en moto a los Caños de Meca, en Cádiz, donde vive Eduardo Rodríguez, el guitarrista del grupo, para participar en un concierto de homenaje. A ellos se une una chica, Mar (Natalia Rodríguez), fascinada por la música y las letras de Triana.  
 
 
 

Javier García-Pelayo

Javier García-Pelayo

 
 
   Muchos de los actores y técnicos que participan en el filme están relacionados de una u otra forma con Triana. El protagonista, Javier García-Pelayo (hermano del director), fue representante y amigo íntimo de la banda, además de descubridor de grupos como Medina Azahara, Smash, Burning o Zaguán, formación de tributo a Triana. “Javier es un animal de escenario, de carretera y de alma, alma hippy y alma rockera”, explica el realizador, que produjo los primeros discos del trío sevillano.
 
   García-Pelayo necesitaba un contrapunto a los amigos y devotos de Triana, para los que su música es parte de sus vidas, y lo halló en el personaje que encarna Natalia Rodríguez (en la serie Amar es para siempre), una joven que busca nuevas experiencias y saber quién es realmente. “Le pedí que se fijara en el papel de Ingrid Bergman en Stromboli, la película de Roberto Rossellini, pues ese era el acercamiento que necesitaba para su personaje. Alguien que está aprendiendo, que está cambiando de piel en un entorno ajeno”, comenta García-Pelayo.
 
   Una de las notas de humor del filme la pone Jorge Cadaval, integrante de Los Morancos, y el actor norteamericano Ken Appledorn, marido en la vida real de Cadaval. “Había trabajado conmigo en Pensión El Patio, una serie que dirigí en la que Jorge cantaba bulerías en inglés”, recuerda el cineasta. También figuran en el reparto otros destacados miembros de la familia García-Pelayo. Cristina y Vanessa (nieta e hija, respectivamente, del director) se encargan de ayudar en la organización en el camping donde se va a celebrar el concierto de homenaje a Triana. Luis García-Pelayo (hijo de Javier) forma parte de la comitiva de moteros hacia los Caños de Meca. Los tres están relacionados con la música y el cine y tienen similares inquietudes existenciales que las de sus progenitores.
 
 
 

Natalia Rodríguez

Natalia Rodríguez

 
 
Sentimiento trianero
En Todo es de color suenan muchos de los grandes temas de la banda y colaboran músicos tan respetados como Raimundo Amador y Gualberto García. “Esta película significa mucho para mí, tanto a nivel personal como artístico. Y más por ser la décima de mi trayectoria, después de 40 años desde mi primer incursión en el cine, Manuela, en la que incluí En el lago, una de las más míticas canciones de Triana”, explica Gonzalo García-Pelayo, un hombre multidisciplinar, locutor de programas musicales, experto jugador de póquer e incluso apoderado de toreros. En 2012, Eduard Cortés filmó The Pelayos, en la que se describía el éxito que Gonzalo y su familia tuvieron en los años 90 jugando en los casinos de todo el mundo, observando y sacando partido de las imperfecciones de las mesas de ruleta. 
 
   “Siempre he pedido a los intérpretes que sean ellos mismos en mis películas. Mi hermano Javier no tiene que fingir nada para sentir la música y las vibraciones de Triana. Su mujer, Rosa Ávila, es una especie de huracán de naturalidad que desborda a cualquiera, como se demuestra en la secuencia inicial en el cementerio de Villaviciosa de Odón”, dice García-Pelayo, que también rodó en Campo de Criptana (Ciudad Real), Sevilla y en los Caños de Meca y el cabo de Trafalgar. “He dosificado los momentos más emotivos de la película, tratando de dar un descanso al espectador. Echo de menos en el cine actual ese respiro necesario para que una película no fatigue. Se busca siempre estar en lo alto de una montaña rusa, y eso no puede ser”, opina García-Pelayo, autor de las cintas Corridas de alegría, Intercambio de parejas frente al mar o Rocío y José.
 
   Todo es de color combina magistralmente la ficción y el documental, la poesía y el buen rollo, la libertad y el amor, dejando que las canciones de Triana lleven casi misteriosamente el hilo conductor de la trama. Nos conmueven las imágenes y los sentimientos que García-Pelayo ha tejido en este gran homenaje al grupo andaluz, haciéndonos pensar en un concepto de lo verdadero, de la emoción instantánea que a menudo escasea en esta sociedad mercantil en la que deambulamos.
 

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