Los estrenos del 22 de noviembre
‘Intemperie’
LAS DURAS LECCIONES DE LA VIDA
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
El drama, el western y una historia iniciática se dan la mano en esta magnífica cinta de Benito Zambrano, capaz de causar sensación durante sus presentaciones en la Seminci vallisoletana y el Festival de Cine Europeo de Sevilla. Basada en la novela homónima de Jesús Carrasco, Intemperie se ha rodado en diversas localizaciones granadinas, con intérpretes de la altura de Luis Tosar y Luis Callejo.
España, 1946. Un niño (Jaime López) huye del árido pueblo en el que el capataz (Luis Callejo) impone su ley a todos los habitantes. En su desesperado viaje encuentra al 'Moro' (Luis Tosar), un pastor que vive apartado de la sociedad. Juntos tratarán de esquivar a la batida que intenta apresar al chaval, mientras va creciendo una amistad entre ellos en su lucha por la supervivencia y con el agobio del hambre y la sed.
“El pastor ha combatido en Marruecos y en la Guerra Civil. Su ideario es simple: justicia y protección para los indefensos”, describe el director andaluz sobre el papel de Tosar. A este le hemos visto recientemente en Quien a hierro mata (Paco Plaza) y Ventajas de viajar en tren (Aritz Moreno). “Hacía tanto calor durante el rodaje que masticábamos polvo”, recuerda el intérprete, cuyo próximo estreno será Adú (Salvador Calvo).
Por su parte, Luis Callejo ha destacado en los filmes Jefe (Sergio Barrejón), En las estrellas (Zoe Berriatúa) y Mientras dure la guerra (Alejandro Amenábar), así como en las series Vis a vis y La peste. “El capataz, el personaje de Luis, es un hombre sin código moral o calidad humana, ejerce un poder sin límites sobre el pueblo y sus habitantes”, en palabras de Zambrano.
Al lado de estos dos titanes del cine español encontramos a Jaime López, un jovencísimo intérprete que debutó en 2015 con la cinta Techo y comida (Juan Miguel del Castillo). Después ha intervenido en la serie La que se avecina. “Jaime es la promesa de un gran actor. La cámara le quiere, y él la busca sin vergüenza. Fue una experiencia maravillosa trabajar con él”, reconoce el cineasta.
Entre los perseguidores del niño encontramos a Vicente Romero (en los filmes Tu hijo y Adiós y las series Mambo y 14 de abril. La República), Kandido Uranga (de Diecisiete, de Daniel Sánchez Arévalo) y Juan Pérez Yuste (en televisión con Amar es para siempre y Allí abajo). Entre perseguidores y perseguidos está el papel de Manolo Caro (Señoras del (h)AMPA), quien encarna a un tullido abandonado a su suerte en el inhóspito paisaje. Destacamos por último a esos sufridos habitantes del entorno que interpretan Paz de Alarcón (en Cuéntame) y Juanan Lumbreras (La catedral del mar y Justo antes de Cristo). Y a Yoima Valdés la vimos en Vientos de la Habana (Félix Viscarret).
Un rodaje complicado
“Posiblemente haya sido la película de mayor complejidad a la que me he enfrentado hasta ahora. Fue un rodaje duro y complicado, en localizaciones exteriores y en pleno verano de Andalucía. Queríamos conseguir una cinta que provocara en el espectador sensación de sed, de tierra en la boca, y creo que hemos alcanzado nuestro objetivo”, señala Benito Zambrano. Llevan su nombre los títulos cinematográficos Solas (Goya al mejor director novel), Habana Blues y La voz dormida y la producción televisiva Padre Coraje. “Hubo un tiempo en que la miseria, la pobreza y la falta de educación eran endémicas en la España rural. Siglos de personas acostumbradas a obedecer y de minorías acostumbradas a dar órdenes”, prosigue el director de Lebrija (Sevilla), que se apoyó en un guion de Daniel y Pablo Remón.
Gracias a Intemperie nos deleitamos con el poderoso estilo visual de Benito Zambrano, que en esta fascinante amalgama bebe de las fuentes inagotables del drama, el western y el cine de aventuras. El duelo entre Luis Tosar y Luis Callejo es de esos que uno no debe perderse bajo ningún concepto, y con ellos se compenetra perfectamente un Jaime López que adquiere talla de gran intérprete con toda la firmeza, la inocencia y la fragilidad de su edad. Porque pocos años lleva el artista a sus espaldas, aunque su personaje aprende rápido las duras lecciones de la vida.