ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Cada nueva película de Álex de la Iglesia es uno de esos acontecimientos que el público espera con ansiedad. Así sucede con Mi gran noche, una gran producción de Enrique Cerezo que sirve para, entre otras cosas, homenajear a Raphael, el astro de la canción, en activo y en forma tras 50 años de carrera. Nos vamos a encontrar con una comedia desaforada, adrenalítica y un poco perversa.
Como sucede desde hace ya bastantes años, los mejores intérpretes de nuestro cine están ávidos de intervenir en los filmes del director de La comunidad (2000). Ya lo dijo Hugo Silva, protagonista de la anterior película de De la Iglesia, Las brujas de Zugarramurdi, y que también colabora en Mi gran noche: “Si Álex me llama, le digo que sí”. Son de la misma opinión muchos de los nombres que se asoman y ennoblecen la cinta: Mario Casas, Terele Pávez, Carolina Bang, Carlos Areces, Santiago Segura... Todos dan lo mejor de su arte y se suben a la montaña rusa de sensaciones y propuestas que el realizador vasco les ha sugerido.
Pero igualmente aparecen otros intérpretes que hasta ahora no habían pasado por la experiencia de un rodaje de De la Iglesia. Por ejemplo, las jóvenes Marta Guerras (en la serie La pecera de Eva) y Marta Castellote (La cueva, de Alfredo Montero), dos chicas modernas que beben los vientos del ídolo de masas al que da vida Mario Casas. Otra sorpresa es la intervención de Daniel Guzmán en el papel de un policía municipal un tanto ambiguo. A este reconocido actor le sonrió además la fortuna como cineasta en A cambio de nada, película triunfadora en el último festival de Málaga.