Pocos actores como Eduard Fernández sabrían incorporar con tanta verosimilitud y autoridad a un personaje como Francisco Paesa, un espía financiero capaz de las mayores estafas bancarias y de provocar crisis de Gobierno. “Todos somos en mayor o menos medida propensos al delito, pero lo que hizo Paesa es difícilmente igualable”, afirma el intérprete catalán ganador de dos Goyas.
No menos creíble está José Coronado en el rol de un piloto, socio de Paesa, amante de las aventuras peligrosas y de la vida fácil. “Es el personaje más humano, el que se mueve más por diversión en este mundo de pícaros. Le encanta estar con Paesa, pero al mismo tiempo sabe que puede venderle en cualquier momento”, describe Coronado, que estrenó recientemente Secuestro, de Mar Targarona.
Al lado de estos dos fantásticos intérpretes, impresiona mucho la caracterización de Roldán que ha realizado el murciano Carlos Santos, uno de esos papeles por los que los actores matarían. “Ha resultado difícil por partida doble: primero porque requería una transformación bastante radical de mi apariencia; y después porque cualquier ciudadano español tiene una idea de la manera de ser y de comportarse de Roldán”, admite Santos, protagonista de La madriguera, de Kurro González, de próximo estreno. La mujer del exdirector de la Guardia Civil es Marta Etura, que aporta su carisma para convertirse en la cómplice y víctima de un corrupto. “Ella dirigió los negocios de Roldán, la que tomaba las decisiones”, comenta la actriz donostiarra.
El hombre de las mil caras marca el debut ante las cámaras de la cotizada modelo Alba Galocha. Encarna a la sobrina de Paesa, una chica atractiva, temeraria y eficaz en los encargos que le hace su tío. “Trabajando con actores tan experimentados como Eduard o José trato de que no me traicionen los nervios para aprender todo lo que puedo de ellos”, dice Galocha. Otros tres enormes intérpretes colaboran especialmente en la cinta. Luis Callejo (Tarde para la ira) se embute con suficiencia el traje del ministro de Justicia, Juan Antonio Belloch. Pedro Casablanc (B de Bárcenas) nos inquieta en la piel de un poco fiable abogado; y Emilio Gutiérrez Caba es el enviado gubernamental siempre amable y siempre dispuesto a solucionar los problemas por las buenas o por las malas para garantizar la estabilidad institucional.