“Esta es la tercer película que hago con Álex y ya tenemos una confianza mutua ilimitada”, afirma Mario Casas, que encarna a Nacho, un hipster que parece sobrar en un bar tan poco cool como el de la cinta. “Cuando trabajo con Álex, sé que me va a transformar en un tipo por completo diferente a mí y esta vez desde luego ha sido muy radical”, sigue diciendo el intérprete coruñés, que en enero estrenó Contratiempo, de Oriol Paulo.
Para Blanca Suárez (Elena, una pija que en realidad entró al local a ver si podía cargar su móvil), El bar es la segunda colaboración con De la Iglesia, tras Mi gran noche. “Mientras leía el guion, pensaba que parecía imposible que Álex pudiera rodar aquello en un espacio tan reducido. Pero al poco tiempo, como si fuera un mago, ya nos tenía grabando casi apiñados y encantados de la vida”, comenta la actriz de filmes como Perdiendo el norte de Nacho G. Velilla.
“Lo bonito y lo interesante de la película es que, siendo los personajes tan diferentes, tan extraños en general los unos de los otros, puedan de pronto descubrir por una situación tan extrema como la de El bar, que no se conocían a ellos mismos tan bien como pensaban. Incluso se convertirán en personas de las que, en la vida normal, huirían despavoridos”, opina Carmen Machi -nominada al Goya por La puerta abierta de Marina Seresesky-, que encarna a una ama de casa ludópata. Otro personaje clave es el de Secun de la Rosa (Sátur, sufrido camarero del bar durante los últimos 15 años). “Todos somos protagonistas en la película. Álex acostumbra a hacer obras corales, pero ésta se lleva la palma”, señala el actor de Negociador, de Borja Cobeaga; o la aún inédita Pieles, de Eduardo Casanova.
Una de las grandes sorpresas de El bar es el papel de Jaime Ordóñez, un mendigo que trata de que le inviten a un aguardiente y que será crucial en el transcurso de la trama. “Dada la excentricidad del personaje, mi preocupación era que resultara creíble, dotarle de sentimientos, con una historia detrás posiblemente amarga que le ha llevado a la miseria”, expone el malagueño Ordóñez, al que vimos en Las brujas de Zugarramurdi, del cineasta vasco; y en programas y series con José Mota.
Completan el reparto Joaquín Climent (un policía expedientado), en el elenco de Cien años de perdón, de Daniel Calparsoro; el argentino Alejandro Awada (dueño de un maletín muy inquietante); y la veterana Terele Pávez (Amparo, la dueña del bar), musa de De la Iglesia en algunas de sus más alabadas cintas.