“El amor que sentí por la actriz cubana Magaly Santana fue la inspiración para Cortar. Ella protagonizó en 1995 mi primer largometraje, Los hijos del viento, del cual se insertan imágenes en esta película”, expone Merinero. Además de actor y director, es guionista, montador y productor ejecutivo del filme. “Tenía una idea poética de nuestro amor, de recuerdos de fotos en blanco y negro que evocaban instantes dolorosos y tiernos, un tiempo efímero y triste que fue la excusa para esta trilogía”, confiesa el cineasta. También es autor de títulos como Un millón de amigos, Haz de tu vida una obra de arte y el documental Las huellas de Dylan.
Novias y cómplices
Al margen de la mencionada Magaly Santana, Merinero ha contado con al menos dos novias. O dos cómplices que son actrices. Somos los espectadores quienes juzgamos qué es lo más adecuado que sean. “Para descubrir si verdaderamente quedaban rescoldos del viejo amor entre Magaly y yo, intenté darle celos, y para eso busqué a dos actrices que no guardaban relación con aquel amor. A ellas las conocí posteriormente como intérpretes de mi filmografía o siendo parejas mías”, explica el director.
Como en la primera parte de la trilogía, Capturar, interviene en la cinta Angélica Revert, quien había participado también en la segunda película de la carrera de Merinero: Agujetas en el alma. Los telespectadores la han visto en series como El comisario, Ana y los 7 y Hospital Central. Engrosa el elenco Montse Berciano, presente igualmente en Capturar, cuyo personaje en Cortar está muy ilusionado ante la llegada de extraterrestres. El realizador ha trabajado además con Carolina Clemente, actriz de las otras dos partes de Las 1001 novias y de series como Sé quién eres o Pulsaciones. Y destaca la colaboración inestimable en calidad de intérprete, directora artística, sonidista y demás cometidos de la hija de Merinero: Carmen.