Es el personaje de Charlotte Vega, actriz que creció en Sitges, de madre inglesa y padre andaluz, el que desencadena los acontecimientos de El Club de los Incomprendidos. Con solo 20 años, Charlotte ya ha demostrado su aplomo ante las cámaras en Mi otro yo, filme de Isabel Coixet estrenado en junio pasado; y en la serie El secreto de Puente Viejo. “Me identifico mucho con Valeria. A los 16 años yo también estaba perdida, no sabía lo que quería en la vida, supongo que como todos”, afirma la joven intérprete, que habla a la perfección castellano, catalán e inglés. Àlex Maruny fue considerado por la revista Fotogramas como “uno de los 11 rostros de la nueva cosecha cinematográfica de 2012”. En la pantalla grande, obtuvo resonancia con Promoción Fantasma (Javier Caldera, 2012) y en televisión con la serie Pulseras Rojas. Michelle Calvó, hija de la actriz Alicia Pedreira y del artista y escritor Ramón G. del Pomar, ha participado en las series Aída, Bienvenidos al Lolita e Isabel. “Eli es un personaje duro, complicado, que tiene que estar siempre a tope”, explica Michelle, nacida en Madrid en 1991 y criada en Tenerife. “Me ha costado, pero ha sido un trabajo bonito. Supuso un desafío y eso me gusta”.
Los otros incomprendidos son la ilerdense Andrea Trepat, que ha destacado en las obras Un refugi indie, de Pau Miró o Dos niñas para un chejov, de María García de Oteyza; Jorge Clemente, cuyo debut se produjo en Balada triste de trompeta (Álex de la Iglesia, 2010), y ha participado después en las series Cuéntame cómo pasó y El Rey; e Ivana Baquero, que con 13 años obtuvo el Goya a la mejor actriz revelación por El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006). “Una de las cosas que más me gustan de la actuación son esos momentos mágicos, plenos de emoción, en los que te olvidas de la técnica y eres al mismo tiempo tú y el personaje que incorporas. Durante el rodaje sentí eso varias veces”, dice la intérprete barcelonesa, que coincidió con Charlotte Vega en Mi otro yo.