Comanda el elenco de Un día perfecto (A Perfect Day) el portorriqueño Benicio del Toro, actor bien conocido del público español y ganador de un Goya al mejor intérprete por Che (Steven Soderbergh, 2008), una película de producción hispano-norteamericana que contaba con la presencia de Elvira Mínguez y Unax Ugalde, entre otros. “Mi personaje está cansado de las situaciones límite, pero no por eso le atrae especialmente la idea de volver a casa y llevar una vida tranquila”, comenta Del Toro, que estrenó recientemente Escobar, paraíso perdido, de Andrea Di Stefano. Junto a Del Toro figura Tim Robbins, intérprete californiano que trabajó a las órdenes de Isabel Coixet en La vida secreta de las palabras, cinta triunfadora en los Goya de 2006. “B es un hombre que casi siempre encuentra el lado humorístico a las cosas, aunque haya peligro. Como cooperante, se encuentra a medio camino entre un bombero y un pirata”, reflexiona Robbins, al que hace poco pudimos ver con su grupo escénico, The Actor’s Gang, en el Festival de Teatro Clásico de Alcalá de Henares.
Encarnando a Goyo, el jefe de los dos protagonistas, nos topamos con el catalán Sergi López, uno de nuestros actores más internacionales. Ganó el premio al mejor intérprete europeo del año por Harry, un amigo que os quiere (Dominik Moll, 2000) y fue nominado al Goya por Solo mía (Javier Balaguer, 2001), El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006) y Pa negre (Agustí Villaronga, 2010). “Sergi estuvo solo unos días con nosotros, pero logró, en sus secuencias con Benicio, transmitir sin dificultad la complicidad y la confianza de los que llevan muchas guerras trabajando juntos”, explica León. En el grupo humanitario retratado en Un día perfecto también están la francesa Melanie Thierry (La leyenda del pianista del océano, de Giuseppe Tornatore, 2008) y la ucrania Olga Kurylenko, a la que vimos con Javier Bardem en To the Wonder (Terrence Malick, 2011).