twitter instagram facebook
Versión imprimir
25-02-2020

Los estrenos del 28 de febrero


‘El doble más quince’


AMANTES PERDIDOS EN LA CIUDAD



ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS

El bilbaíno Mikel Rueda presentó con éxito en la pasada edición del Festival de Málaga este sugerente y emotivo drama protagonizado por dos formidables intérpretes: Maribel Verdú y Germán Alcarazu. El doble más quince se basa en un corto de Rueda, Caminan (2016) -que también encabezaron Verdú y Alcarazu-, y es una producción de Baleuko S.L., Sonora Estudios y Potenza. Se ha rodado en diversas localizaciones de la capital vizcaína.  

   Ana (Maribel Verdú) se acerca a los 50 años y parece una mujer feliz. Tiene un marido que la quiere (Jorge Bosch), dos hijos y un hogar acogedor. Sin embargo, se encuentra cada vez más perdida. En un chat conoce a Eric (Germán Alcarazu), un adolescente con toda la vida por delante e igualmente perdido. Ambos buscan una aventura, se buscan a sí mismos.

   “Quedé muy contento del corto Caminan. Tenía ganas de saber hasta dónde iba a llegar esa relación entre una mujer madura y un adolescente. Escribí el resto de la historia y les propuse a Maribel y a Germán que retomaran sus papeles del corto. Ambos aceptaron encantados”, dice el director. 



   Con dos Goyas a la mejor actriz por Siete mesas de billar francés (Gracia Querejeta) y Blancanieves (Pablo Berger), Maribel Verdú nos ha encandilado últimamente en Sin rodeos (Santiago Segura) o El asesino de los Caprichos (Gerardo Herrero). “No nos podemos cerrar a vivir experiencias nuevas. Al menos, no por sistema”, comenta la actriz, cuyo próximo estreno será El año de la furia (Rafa Russo). “Estamos muy solos en esta sociedad, y muy inseguros, por lo que necesitamos de vez en cuando que nos reafirmen, que nos digan que valemos, que alguien nos encuentre bellos”, prosigue Verdú, con más películas en su currículum reciente: La punta del iceberg (David Cánovas), El faro de las orcas (Gerardo Olivares) o Felices 140 (Querejeta).

   El joven Germán Alcarazu debutó en el cine gracias un filme del propio Rueda: A escondidas (2014). Desde entonces ha destacado en las series La zona, Hospital Valle Norte y la reciente Perdida. “Aunque han pasado más de dos años desde el corto, la idea que teníamos era que mi personaje siguiera siendo él mismo, aunque quizá he crecido un poco...”, ríe el actor.

   Tiene también un papel importante Jorge Bosch (marido de Ana/Maribel Verdú), quien acumula en su trayectoria cinematográfica títulos como Las ovejas no pierden el tren (Álvaro Fernández Armero) y La estrategia del pequinés (Elio Quiroga).



Pequeño relato de vida

El doble más quince es un pequeño relato sobre la vida. Y sobre lo difícil que nos resulta comprenderla. Una historia de pérdida y encuentros. De amor y sexo. Nos ayuda sobre todo a ver la parte más humana de nosotros mismos”, afirma Mikel Rueda, quien dirigió los largometrajes Estrellas que alcanzar y A escondidas y el documental Quinta planta. “Tengo claro que la adolescencia y la edad adulta son mundos que quiero confluir y confundir en mi cine. Porque creo que, en ambos periodos vitales uno se puede encontrar perdido, y esa sensación de pérdida nos incita a construir una imagen más veraz de lo que somos. Por eso junto a dos personajes, el de Maribel y el de Germán, adulta y adolescente, en la misma trama”, señala.

   “Yo creo que basta con tener dos buenos personajes para llenar la película. No hacen falta grandes argumentos ni grandes soliloquios. Solo plasmar y sentir el poder de la mirada del otro, diciéndonos que no estamos solos, que hay gente igual de aterrada que nosotros, que la vida también es esto”, describe Rueda. Su filmografía incluye también los cortos Happy Together, In the laundryPresent Perfect (realizados mientras estudiaba en la New York Film Academy) y Agua!, Cuando corres o el citado Caminan.

   Hay algo puro, sin adulterar, inocente y atrevido en la relación que establecen en pantalla los personajes de Maribel Verdú y Germán Alcarazu. En un fin de semana, la ciudad se abre para ellos y nos llevan de la mano por fiestas, lugares recónditos, paseos en barco... al tiempo que van ofreciéndonos diálogos sorprendentes y atinados. Mikel Rueda consigue que reflexionemos sobre nuestra propia vida, y lo hace con tacto y mucha sensibilidad, sabiendo muy bien de lo que habla. Esta película diferente consigue darnos una visión clara y sincera de dos personas que necesitan concederse un respiro para seguir adelante sin perderse más.

Versión imprimir