“Tenía que estar en esta película. Como actriz, La llamada ha sido el proyecto más maravilloso en el que me he embarcado”, dice la madrileña Macarena García, ganadora de un Goya a la mejor actriz revelación por Blancanieves, de Pablo Berger; y el Fotogramas de Plata por su actuación en la obra de Ambrossi y Calvo. “Me he sentido como en casa en el rodaje. Protegida y animada por los Javis, porque a veces soy muy insegura”, afirma esta intérprete, hermana de Ambrossi y que actualmente encarna el papel de Lola Mendieta en la serie El Ministerio del Tiempo.
Igualmente fiel a su rol de Susana Romero en La llamada, Anna Castillo muestra en la cinta la energía y el talento que nos deslumbró en El olivo, de Icíar Bollaín, Goya a la mejor actuación novel. “Se lo debo todo a este musical. Nunca me lo he pasado mejor”, remarca la actriz de Barcelona, que interviene en la serie de reciente estreno Estoy vivo, además de tener pendiente el lanzamiento de Oro, de Agustín Díaz Yanes.
“Opino igual que Macarena y Anna. Para mí, todo se ha conjugado en La llamada, el reconocimiento artístico y la satisfacción personal de hacer algo grande”, estima Belén Cuesta, premiada en los Broadway World Spain a la mejor actriz de reparto por esa monja Milagros más que despistada en sus devociones. Últimamente, Cuesta se ha apuntado dos importantes éxitos de taquilla con Kiki, el amor se hace, de Paco León; y Villaviciosa de al Lado, de Nacho G. Velilla. La cuarta protagonista del filme es Gracia Olayo, integrante durante dos décadas del grupo cómico Las Veneno e intérprete frecuente del cine de Álex de la Iglesia en 800 balas, Crimen ferpecto y Balada triste de trompeta. “En la obra, Gracia se compenetró perfectamente con Macarena, Anna y Belén, por lo que su concurso en la película era esencial”, señalan Ambrossi y Calvo.
No nos olvidamos de las colaboraciones del británico afincado en España Richard Collins-Moore (Dios), en el reparto de La llamada desde su estreno, y habitual de series como Víctor Ros o la actualmente en antena Ella es tu padre; y de Secun de la Rosa (Carlos, proveedor del campamento), que presentó el pasado junio Pieles, de Eduardo Casanova.