La guipuzcoana Marta Etura es la gran protagonista de El guardián invisible. “He puesto todo mi empeño para dotar de vida en la pantalla a Amaia. Soy consciente de que sus investigaciones, sus miedos y su valentía han suscitado el interés de decenas de miles de lectores y ahora espero que con la película pueda llegar a mucha más gente”, afirma Etura, galardonada con el Goya por Celda 211, de Daniel Monzón. “Mientras busca al asesino de las adolescentes, la inspectora rememora su infancia, algo que le sigue produciendo escalofríos”, añade una intérprete a la que hemos visto últimamente en El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez, y en la miniserie La sonata del silencio.
“Una película de las pretensiones de El guardián invisible es una rara avis en el cine español, porque hemos dispuesto de considerables medios y, sobre todo, de un director con una maestría sin igual”, opina el debutante Carlos Librado “Nene” (Jonan, subordinado de la inspectora), conocido por sus monólogos en El club de la comedia y en Corto y cambio, del canal Comedy Central. Dice haber aprendido mucho de “compañeras tan excelentes como Marta Etura y Elvira Mínguez, que me han dado muy buenos consejos que les agradeceré siempre”. La vallisoletana Mínguez encarna a Flora, hermana mayor de la inspectora Salazar. “Es un thriller de gran pureza. Tengo que confesar que mientras leía la novela y durante el rodaje me costaba dormir por la noches, ya que la historia que se cuenta asusta bastante”, comenta la intérprete de Tapas, de José Corbacho y Juan Cruz, por la que obtuvo un Goya; o El desconocido, de Dani de la Torre.
También son destacables, entre otras, las aportaciones de Françesc Orella (inspector Montes), protagonista de la serie Merlí; Itziar Aizpuru (tía de Amaia), a la que vimos en Loreak, de Jon Garaño y Jose Mari Goenaga; Pedro Casablanc (comisario foral), nominado al Goya por B, de David Ilundain; o la vitoriana Patricia López (Rosaura, otra hermana de la inspectora Salazar). “La trama está fenomenalmente dosificada. El espectador no cesa de hacerse preguntas sobre lo que está viendo, y eso engancha mucho”, dice López, que intervino en Un otoño sin Berlín, de Lara Izagirre.