Con un dominio idéntico de la comedia y el drama, Inma Cuesta ha sido candidata al Goya a la mejor actriz por La voz dormida (Benito Zambrano, 2011) y 3 bodas de más (Javier Ruiz Caldera, 2013), uno de los grandes éxitos del cine español de esa temporada. “Creo que la película nos ayuda a mirarnos de frente y saber quiénes somos de verdad”, explica Inma, nacida en Valencia pero criada en Arquillos (Jaén). “La pareja que formamos Raúl y yo es como tantas otras que hay entre los 30 y los 40 años, buscando el momento adecuado para reflexionar sobre lo que uno está haciendo con su vida”, resume la también protagonista de la serie Águila Roja y del musical ¡Ay, Carmela! (2013), con el que realizó, junto a Javier Gutiérrez, una elogiada gira teatral por toda España.
En Las ovejas no pierden el tren descubrimos la vis cómica de Candela Peña, a la que solemos asociar a papeles más dramáticos como los de Días contados (Imanol Uribe, 1994), Torremolinos 73 (Pablo Berger, 2003), Princesas (Fernando León de Aranoa, 2005), Goya a la mejor actriz; y Ayer no termina nunca (Isabel Coixet, 2013). “Estamos demasiado obsesionados con la tecnología, con estar siempre conectados... Deberíamos relajarnos un poco y darnos un paseo bien largo por el campo”, dice la intérprete catalana, ganadora de otros dos Goyas a la mejor actuación femenina de reparto por Te doy mis ojos (Icíar Bollaín, 2003) y Una pistola en cada mano (Cesc Gay, 2012).
Completando los principales papeles encontramos a Alberto San Juan, que tiene recientes los estrenos de El amor no es lo que era, de Gabriel Ochoa, y La ignorancia de la sangre, de Manuel Gómez Pereira; e Irene Escolar, una de las actrices más relevantes de su generación. Lo hemos comprobado en las cintas Gente en sitios (Juan Cavestany, 2013) y Presentimientos (Santiago Tabernero, 2014). “Es una película muy positiva, que nos dice que la felicidad puede estar al doblar cualquier esquina”, opina Irene, nieta de Irene Gutiérrez Caba y sobrina nieta de Julia y Emilio Gutiérrez Caba.