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30-10-2014


Los estrenos del 31 de octubre


 
‘Loreak’


 
LOS SERES QUERIDOS Y LAS AUSENCIAS
 
 

 
 
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Una bocanada de cine íntimo exhala esta delicada película de los vascos Jon Garaño y Jose Mari Goenaga que se presentó en el Festival de San Sebastián y luego ha sido seleccionada en los certámenes de Toronto, Londres y en el de Cine Latino de Tokio. Un drama romántico que incita a replantearnos nuestros afectos y nuestros desapegos.
 
   Ane (Nagore Aranburu) experimenta los primeros síntomas de la menopausia y su médico le anuncia que esa circunstancia le puede influir tanto física como psicológicamente. La relación con Ander (Egoitz Lasa), su marido, es fría y rutinaria, y lo es aún más cuando la mujer comienza a recibir cada jueves un ramo de flores de un admirador. Al mismo tiempo, conocemos a Beñat (Josean Bengoetxea), piloto de una grúa en la obra donde también trabaja Ane. Está casado con Lourdes (Itziar Ituño), que no puede soportar a Tere (Itziar Aizpuru), la madre de Beñat. Este sufre un fatal accidente y la vida de todos los que directa o indirectamente estaban conectados con él cambia por completo.
 
 
 

Itziar Ituño y Nagore Aranburu, protagonistas del filme

Itziar Ituño y Nagore Aranburu, protagonistas del filme

 
 
   Las tres protagonistas de Loreak (Flores), Nagore Aranburu, Itziar Ituño e Itziar Aizpuru, obtuvieron el premio a la mejor actriz en el mencionado certamen de Tokio. Nagore ha destacado en La noche del escorpión, la tv movie de Eva Lesmes (2006), y los filmes Urte berri on, amona! (Telmo Esnal, 2011) y La herida, galardonada película de Fernando Franco en los últimos premios Goya. “Quizá Ane es la que está más perdida de todos los personajes”, explica Aranburu sobre su papel. “No sabe qué decisiones debería tomar y el interés que siente un extraño por ella, aunque se entere muy tarde, la desarbola”. Por su parte, Itziar Ituño cuenta en su haber con las películas El cazador de dragones (Patxi Barko, 2012) y la recientemente estrenada Lasa y Zabala, de Pablo Malo. “Al contrario de las otras dos mujeres, Lourdes no quiere saber nada del pasado, y sin embargo, y de ahí su caos, no puede desentenderse de él”, opina la intérprete vizcaína. 
 
   Itziar Aizpuru es popular en el País Vasco por sus trabajos en las series Goenkale y Martín (ambas de ETB). Además, ha intervenido en las cintas El gran Vázquez (Óscar Aibar, 2010) y Amigos... (Marcos Cabotá, Borja Manso, 2011). “Es una película sobre el recuerdo, el valor que tiene en muchos de nosotros lo vivido, el amor que seguimos sintiendo por alguien ya ausente”, comenta Aizpuru, que también participó en la serie de Telecinco Hospital Central.
 
 

Itziar Aizpuru

Itziar Aizpuru

 
 
   Sobre las vidas de los tres personajes femeninos influye de manera determinante el rol que encarna Josean Bengoetxea, conocido intérprete donostiarra de títulos como Celda 211 (Daniel Monzón, 2009), Balada triste de trompeta (Álex de la Iglesia, 2010), Lo mejor de Eva (Mariano Barroso, 2011) y la aún en cartel Los tontos y los estúpidos, de Roberto Castón. “Lo que nos interesaba del papel de Josean era su ambigüedad, el que no sepamos a ciencia cierta lo que sentía por su mujer, por su compañera de trabajo”, dice el codirector Jose Mari Goenaga. “Nos motivaba ese ser hermético y amable que pasa muchas horas aislado, a 100 metros de altura en la cabina de mando de una grúa”.
 
   Loreak es el segundo filme en comandita de Goenaga y Jon Garaño. Su ópera prima, 80 egunean (En 80 días), que protagonizó Itziar Aizpuru, obtuvo los galardones San Sebastián Film Commission y Sebastiane a la mejor cinta de temática homosexual en el certamen vasco, logrando además otros premios en festivales internacionales. “Hemos elegido para rodar lugares de paso, una autopista de peaje, calles de la ciudad, que ayudan a subrayar la desorientación de los personajes”, cuentan el dúo de cineastas, que filmaron, entre otras localizaciones guipuzcoanas, en San Sebastián y Zarautz.  “Se nos ha comentado que la película retrata el carácter vasco, quizá poco comunicativo. Creemos que es normal que nos fijemos en lo que tenemos cerca”, aducen no sin cierta sorna.
 
   Con temperamento poético e imágenes muy reposadas, Loreak describe esas personas que son similares a cualquiera de nosotros y que, sin atreverse a vocearlo, están ansiosas de vivir intensamente, de comunicar tal vez su dolor o un amor escondido. Garaño y Goenaga meditan, en definitiva, sobre las cosas que nos importan y nos animan a no avergonzarnos de lo que sentimos. Temas todos ellos que llenan nuestros días.

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