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01-10-2018

Los estrenos del 5 de octubre

‘Viaje al cuarto de una madre’

DESGARRO Y CALOR ÍNTIMOS

 



ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS

Quedamente, con una sencillez sabia, la novel directora Celia Rico Clavellino nos ofrece una espléndida joya intimista que es, sin duda, una de las películas españolas importantes del año. Ha sido presentada con éxito en el Festival de San Sebastián, donde muchos de los comentarios y alabanzas los concitaron las dos maravillosas protagonistas: Lola Dueñas y Anna Castillo.


   Estrella (Lola Dueñas) está triste y sin ganas de hacer nada, mientras Leonor (Anna Castillo), su hija, quiere viajar a Londres para aprender inglés y conocer una vida distinta a la del pueblo. Miguel (Pedro Casablanc), un amigo de Estrella, le encarga unos trajes para una presentación de un grupo de baile y la mujer parece recuperar el ánimo, justo cuando Leonor ya se ha marchado a la capital británica.

   El talento de la madrileña Lola Dueñas no tiene límites. Ya ha ganado dos Goyas por Yo también, de Álvaro Pastor y Antonio Naharro; y Mar adentro, de Alejandro Amenabary no nos extrañaría que fuera nuevamente nominada por Viaje al cuarto de una madre. “Estrella, su personaje, es costurera, como mi madre. Es su máquina de coser la que aparece en la película y ha sido ella la maestra de costura de Lola durante el proceso de preparación del personaje”, comenta la directora Rico Clavellino.


   Tampoco nos sorprendería que la joven Anna Castillo fuera nominada al Goya por su rol en Viaje al cuarto de una madre, después del 'cabezón' conseguido por El olivo, de Iciar Bollain. Últimamente, la actriz nos encantó en La llamada, de Javier Ambrossi y Javier Calvo, por la que también fue finalista a los premios de la Academia. 


   “Lola y Anna son dos actrices tremendamente sensibles e inteligentes que han conseguido crear algo profundo y delicado moviéndose en el terreno de las sutilezas. Durante el rodaje, constantemente pasaban de ser dos personajes independientes, con sus propias personalidades, a fundirse en una única figura madre-hija, como si hubieran creado una especie de escultura conjunta de una materia muy vulnerable. Fue muy valioso trabajar la relación materno-filial desde la sensación física de estar atrapadas en el sofá, tapadas por las faldas de una mesa-camilla que bien podría haber sido la prolongación del espacio uterino”, señala Rico Clavellino.


Lola Dueñas y Anna Castillo, madre e hija en la cinta

   También interviene en el filme Pedro Casablanc, el protagonista de B, la película, de David Ilundáin; y de otras cintas como Thi Mai, de Patricia Ferreira; o El guardián invisible, de Fernando González Molina. En otros papeles vemos a la malagueña Adelfa Calvo, que obtuvo un Goya por El autor, de Manuel Martín Cuenca; y de la que ahora disfrutamos en la serie La casa de papel. Marisol Membrillo, que ha estrenado recientemente Cuando los ángeles duermen, de Gonzalo Bendala; y Susana Abaitua, en la serie Sé quién eres y la citada cinta La llamada.

 

El silencio y la palabra

La sevillana Celia Rico Clavellino triunfó con el cortometraje Luisa no está en casa (2012), Premio Gaudí de la categoría y muy aplaudido en los certámenes de Venecia, la Seminci de Valladolid o Sevilla. “Viaje al cuarto de una madre es una película sobre los lazos familiares que constantemente nos unen y nos separan, nos hacen fuertes y a la vez tan frágiles. Una película sobre los apegos y las distancias entre una madre y una hija que emprenden un doble viaje para descubrir lo complejo que es quererse”, afirma Rico Clavellino, que imparte actualmente clases de dirección en la Escuela de Cine de Cataluña (ESCAC). “Esta historia surge de una sensación física, como hija que se desprende del nido familiar: el confortable calor con el que las faldas de una mesa-camilla me resguardaban del frío. O me aprisionaban”, relata la guionista y realizadora del filme.

Dueñas, en una escena con Pedro Casablanc


   “Buscar el justo equilibrio entre silencio y palabras ha sido, precisamente, uno de los aspectos más bonitos y delicados a la hora de hacer y pensar esta película, a la hora de trabajar con las actrices e intentar construir una estrecha y casi mimética relación entre sus personajes”, explica la directora.


   Ha logrado Celia Rico Clavellino una ópera prima pequeña, ajustada, absorbente y entrañable. Viaje al cuarto de una madre nos conmueve por la sencillez de sus imágenes, por su acogedor silencio, por las miradas y la expresividad de Lola Dueñas y Anna Castillo, que conforman un dúo interpretativo para dejarse impresionar.

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