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04-05-2016


Los estrenos del 6 de mayo



‘El olivo’



EL AMOR INCONDICIONAL A LO QUE NOS UNE
 
 

 
 
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Desde los primeros compases de esta gran película, quedamos unidos a una historia entrañable de amor a la tierra, a la trayectoria de cada uno, a lo que somos y por lo que luchamos. Iciar Bollain ha rodado su filme más sereno, más maduro, el que arrebata más, y de una manera tan sencilla y hermosa que apenas podemos dar crédito a lo que estamos viendo.
 
   El olivo describe, entre otras cosas, el enorme amor que sienten un abuelo y su nieta, Alma (Anna Castillo), por un olivo milenario que ha pertenecido a la familia durante generaciones. Obligados por las deudas, los hijos venden el árbol, que es transportado al norte de Europa. El decaimiento físico y mental del anciano obliga a Alma a idear un plan que quizá le haga recobrar la salud.
 
 

Anna Castillo y Manuel Cucala

Anna Castillo y Manuel Cucala

 
 
   Anna Castillo (Barcelona, 1993), la protagonista de la cinta, se mueve con igual soltura en los escenarios (el musical La llamada), los platós de televisión (Amar es para siempre) o los sets de rodaje para la gran pantalla (Promoción fantasma, de Javier Ruiz Caldera). “Alma es un personaje en guerra con el mundo y muy tierna con su abuelo. Necesitábamos una actriz muy joven, pero con el carisma necesario para llevar el peso de la película en sus hombros. Anna lo reunía todo, fuerza y dulzura, desparpajo y agresividad. Ha construido una Alma inolvidable”, opina la directora.  
 
   Javier Gutiérrez encarna a uno de tantos españoles que ha sido machacado por los rigores de una crisis interminable. “Hace una interpretación espectacular. No había tenido hasta ahora la oportunidad de trabajar con él y, como demuestra en la película, es igual de creíble en el drama o en los momentos en los que te puedes reír de sus desgracias”, dice Bollain sobre el ganador de un Goya por La isla mínima, de Alberto Rodríguez. “Sin duda, lo que más me ha preocupado ha sido que estuvieran al mismo nivel de intensidad la parte cómica de mi personaje con la dramática”, resalta Gutiérrez.
 
   Pep Ambròs (en las series de TV3 La Riera y La rebel-lió) es el enamorado de todo lo que hace Alma, un joven que secunda hechizado y casi mudo cualquier iniciativa que ella emprenda. “Nunca había participado en cine, pero su experiencia teatral es muy amplia”, comenta Bollain sobre Ambròs, que ha actuado en compañías tan prestigiosas como la del Teatre Lliure. 
 
   Ese hombre mayor por el que la protagonista es capaz de mover montañas lo incorpora un actor no profesional, un verdadero campesino, Manuel Cucala. “Mireia Juárez, la responsable de casting, recorrió casi cada pueblo del Bajo Maestrazgo hasta dar con Manuel. Descubrimos que era un actor natural, se metía de lleno en las escenas y olvidaba nuestra presencia. Ha superado todas mis expectativas”, reconoce Iciar Bollain. También sin experiencia ante las cámaras, la pequeña Inés Ruiz es Alma de niña. “En las semanas previas al rodaje, organizamos varios encuentros para que cogieran confianza y complicidad, como es lo normal entre abuelo y nieta. Y desde luego lo lograron plenamente”, afirma la directora madrileña.
 
 

Javier Gutiérrez, Pep Ambròs y Castillo

Javier Gutiérrez, Pep Ambròs y Castillo

 
 
Víctima del expolio
Como en sus dos últimas películas, la realizadora se ha apoyado en un guion de Paul Laverty, su compañero sentimental y el habitual guionista de Ken Loach. “La chispa que dio vida a El olivo surgió de un artículo de periódico que llamó la atención de Paul. En él hablaban de un olivo milenario arrancado en el Maestrazgo Bajo en Castellón y enviado para adornar algún jardín del norte de Europa. Es un ejemplo del expolio que ha sufrido nuestro paisaje durante los años del boom y de lo que hemos perdido después con la crisis; del daño que nos hemos causado y de la necesidad de cuidar nuestro patrimonio, de cuidarnos, en definitiva”, expone la autora de Y también la lluvia y Te doy mis ojos. “El olivo de Alma y su abuelo podía haber acabado en Suiza, Bélgica o incluso en China, pero Alemania quedaba lo suficiente lejos y tiene un clima lo bastante frío como para que el árbol estuviera allí fuera de lugar. Por otro lado, también ayudaba a la trama que fuera el país que dicta nuestras políticas económicas”, señala la autora, que ha manejado un presupuesto de cuatro millones de euros.
 
   Por algunas de las cualidades que hemos enumerado, debemos acudir prestos a las salas y maravillarnos con este filme que nos emociona, nos hace reír y pensar en el valor de las personas, en los sentimientos que no puede comprar todo el dinero del mundo. Por encima de los dividendos bancarios, de la injusticia social que soportamos, prevalecen el amor, la amistad, la solidaridad. Eso es lo que pregona El olivo. Estamos seguros de que va a llegar el mensaje.
 

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