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04-11-2015


Los estrenos del 6 de noviembre


‘Isla Bonita’


ESPONTANEIDAD EN MENORCA
 
 

 
 
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Fernando Colomo ha realizado su obra más personal y más lograda con Isla bonita, una oda a  Menorca, al amor, a la amistad y a la comedia, la que ha cultivado incansablemente desde su primeros filmes, Tigres de papel (1977) y ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? (1979). Nos encontramos con una firme candidata a mejor película para los próximos Goya.
 
   Colomo no solo dirige y escribe la cinta, sino que también es uno de los protagonistas. Llega a Menorca invitado por Miguel Ángel (Miguel Ángel Furones), amigo y su antiguo jefe en la agencia de publicidad donde trabajaba. Este le presenta a una artista, Nuria (Nuria Román), y a su hija, Olivia (Olivia Delcán), la cual se debate entre dos amores: Tim (Tim Bettermann) y Lluís (Lluís Marqués).
 
 

 
 
   “Quería volver a repetir la experiencia poco convencional de La línea del cielo, de la que ya hace 30 años, que filmamos en Nueva York con un equipo muy reducido y Antonio Resines de protagonista. En esta ocasión, decidí que debía ser yo mismo el que encabezara el reparto. Los actores que hemos intervenido en Isla bonita nos hemos sentido muy libres y tranquilos porque apenas había cuatro o cinco personas de producción mientras rodábamos”, afirma Colomo. El director madrileño se ha hecho acompañar de intérpretes experimentados y de personas que nunca se habían puesto delante de una cámara. Es el caso de Miguel Ángel Furones, un hombre que ha trabajado durante muchos años en puestos ejecutivos para la prestigiosa agencia publicitaria Leo Burnett WW. “Fernando se ha atrevido a hacer algunas escenas que solo son aptas para los especialistas de acción”, bromea Furones, autor de las novelas El escritor de anuncios y Primera clase.
 
   La naturalidad, la belleza, la gracia que despliega la actriz menorquina Olivia Delcán es otro de los grandes atractivos de la cinta. “Me parecía fantástico que según repetíamos las tomas de cada secuencia el guion crecía y así surgían nuevas posibilidades narrativas”, comenta Delcán, que tiene pendiente de estreno Lejos del mar, de Imanol Uribe. Nuria Román, madre en la vida real de Olivia, es otra debutante en la pantalla grande. “Al principio pensé que era una cosa experimental, para divertirnos, pero después, cuando ya se confirmó que iba ser una película con todas las de la ley, me entró miedo. No me creía capaz de hacerlo”, dice Román, pintora y escultura que ha desarrollado su actividad en Baleares.
 
   Colomo contó igualmente con Lilian Caro, que ya intervino en sus filmes El próximo Oriente y Rivales; y Lluís Marqués, integrante de Els Comediants y otro debutante en el cine. “Hemos formado una gran familia, tanto los actores como los técnicos. Todos nos compenetramos y ayudamos mucho”, explica Marqués, menorquín de Ciutadella.
 
 

 
 
Un director arriesgado
Fernando Colomo ya ha dado muestras de estar a gusto delante de la cámara en otras películas de su carrera, aunque siempre en papeles pequeños, como en La vida alegre (1986) o Al sur de Granada (2003), y también en trabajos de otros cineastas (Cosas que hacen que la vida valga la pena, de Manuel Gómez Pereira): “Isla bonita es mi película número 20. Y en ella me he implicado más que con cualquier otra de las que he ido rodando. No solo porque incorporo un personaje muy importante, sino porque he hecho absolutamente de todo para llevar adelante el proyecto”, aduce el realizador, que ha contado con un presupuesto exiguo: 70.000 euros. “Como bastante gente en este país, no paso por mi mejor momento financiero, pero no me arrepiento en absoluto de haberme lanzado a hacer una película a la manera de como se hacían antes, sin que nadie opinara demasiado, pues ahora son muchos los intereses que están en juego y también muchos los inversores”.
 
   Isla bonita es una de esos filmes con los que uno se reconforta y alegra profundamente. Logra convocar la magia de los buenos sentimientos, de las situaciones disparatadas y maravillosas y todo sin darle la menor importancia. Hay que ser un maestro para obtener una obra tan placentera y tan llena de sugerencias, de vida y de buen rollo. Chapeau, Colomo.
 

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