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06-05-2015


Los estrenos del 8 de mayo



‘Las altas presiones’



ANÁLISIS DE LA FRAGILIDAD
 
 

 
 
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Galardonada con el Premio Nuevas Olas en el Festival de Cine Europeo de Sevilla y una Mención Especial en el Festival de Tarragona, esta segunda película del pontevedrés Ángel Santos es una vigorosa propuesta de cine de autor que ha sido filmada en escenarios naturales de las Rías Bajas. El esplendor de sus paisajes impregna una historia de aromas melancólicos y románticos. 
 
   Miguel (Andrés Gertrúdix), que trabaja en una productora de Madrid, llega a su ciudad natal, Pontevedra, para grabar imágenes y elegir las localizaciones de una próxima película. Queda con gente a la que hacía tiempo que no veía, como Paula (Diana Gómez) o Juan (Juan Blanco), hermanos pequeños de amigos suyos. En una fiesta conoce a Alicia (Itsaso Arana), una atractiva joven que es enfermera y de la que se enamora. También visita a su gran amiga Mónica (Marta Pazos) y a Bruno (Hugo Torres), que viven en el campo cerca de la frontera con Portugal. Miguel siente que no pertenece a ningún lugar ni a nadie y eso le entristece. Le gustaría cambiar las cosas pero no sabe cómo.
 
 
 

Andrés Gertrúdix

Andrés Gertrúdix

 
 
   Hay pocos actores que puedan incorporar con tanta convicción al protagonista de Las altas presiones como lo ha hecho Andrés Gertrúdix. Ha demostrado en anteriores ocasiones que borda los papeles de seres desnortados, con mucha vida interior y siempre dispuestos a tomar partido por causas perdidas. En esa línea están sus interpretaciones de Aunque tú no lo sepas (Juan Vicente Córdoba, 2000),  Frío sol de invierno (2004), La sombra de nadie (2006), ambas de Pablo Malo; Bosque de sombras (Koldo Serra, 2006), El orfanato (Juan Antonio Bayona, 2007), El idioma imposible (Rodrigo Rodero, 2010), Silencio en la nieve (Gerardo Herrero, 2011), 10.000 noches en ninguna parte (Ramón Salazar, 2013), premio al mejor intérprete en el Festival de Cine Horizontes de Marsella; o El árbol magnético (Isabel de Ayguavives, 2013).
 
   “No hay intención en la película de falsear la realidad, sino de acercarla todo lo posible”, comenta Gertrúdix, al que además hemos visto en los últimos meses en La herida, de Fernando Franco; Purgatorio, de Pau Teixidor; y Lasa y Zabala, de Pablo Malo. “El problema de Miguel es que no tiene claro quién es o siquiera una remota idea de lo que quiere conseguir, y esa indefinición termina pasándole factura”, explica el actor madrileño sobre su personaje.
 
   A su alrededor destacan las presencias de la navarra Itsaso Arana, que ha participado en la galardonada miniserie Prim, el asesinato de la calle del Turco; Juan Blanco, integrante del reparto de aún reciente Marsella, de Belén Macías; y Diana Gómez, que ha encarnado a la infanta Ana de Austria en el serial de Telecinco Las aventuras del capitán Alatriste. “Una de las cosas que más me gustan de la película es lo que nos dice del amor y la amistad. Las relaciones son a veces complicadas y uno no sabe muy bien qué actitud tomar, pero no por ello hay que darse por vencido”, afirma la intérprete de Igualada (Barcelona), protagonista de la nueva cinta de Ventura Pons, El virus de la por.
 
 

Itsaso Arana, en una secuencia con Gertrúdix

Itsaso Arana, en una secuencia con Gertrúdix

 
 
Una carrera exigente
La revista Cahiers du Cinéma España consideró al corto de Ángel Santos O cazador uno de los mejores de 2008. El gallego filmó en 2010 su ópera prima, Dos fragmentos/ Eva, con Isak Férriz, Iria Pinheiro y Fernando Tielve. “Partiendo de lo íntimo, Las altas presiones habla sobre nosotros como individuos y generación, pero también como un grupo de personas haciendo una película aquí y ahora. Con ilusión y esperanza”, reflexiona Santos. Andrés Gertrúdix asiente a las palabras del realizador y añade: “La sensación de fracaso generacional tiene que ver con las promesas hechas y jamás cumplidas a unos jóvenes que estudiaron para alcanzar el éxito y, cuando llegó la crisis, todo quedó en una mentira más que no hemos asimilado desde la cola del paro”.
 
   Sentimientos auténticos, directos, libres vuelan por la pantalla plasmados por Ángel Santos, logrando un excelente contraste entre los espacios bucólicos y marítimos del sur de Galicia y la soledad y el hastío que ahogan al protagonista. Una cinta que nos invita a pensar y a contagiarnos del frágil estado de ánimo de un personaje que busca su destino.
 
 

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