Los estrenos del 9 de noviembre
‘Ana de día’
IDENTIDAD PERDIDA
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Andrea Jaurrieta debuta en el largometraje con este sugerente y atractivo drama al que le avalan triunfos en los certámenes Cine de Madrid-PNR, Som Cinema de Lleida, el de Alejandría (Egipto) y el Fine Arts (Santo Domingo). Protagonista absoluta de Ana de día es Ingrid García-Jonsson, que capitanea un reparto de excelentes profesionales.
Ana (Ingrid García-Jonsson) es una joven de clase media, universitaria y a punto de casarse. Parece feliz, pero siente que le falta algo. Un día llama a casa para avisar de que llegará tarde y descubre que alguien igual a ella ha ocupado su lugar en la familia. Se da cuenta entonces de que por primera vez es libre, así que emprende una nueva vida como bailarina, haciéndose llamar Nina y alojándose en una pensión en la que hay personajes poco convencionales. Ana logra cierta estabilidad, pero vuelve a tener dudas sobre sí misma, sobre su identidad.
La hispano-sueca Ingrid García-Jonsson es una de nuestras actrices jóvenes con mayor proyección internacional. Desde Hermosa juventud (Jaime Rosales), por la que fue nominada al Goya a actriz revelación, su carrera ha seguido ascendido gracias a Gernika (Koldo Serra), Acantilado (Helena Taberna) o la serie Apaches. “Todo el mundo se puede sentir muy identificado con Ana porque cualquiera ha tenido dudas sobre si realmente hacemos lo que de verdad queremos”, dice la intérprete, galardonada por su interpretación en el citado festival de Alejandría.
Otro personaje de relevancia es el de Mona Martínez, la dueña de la pensión, a quien hemos visto recientemente en El reino (Rodrigo Sorogoyen) y en la serie Vis a vis. “Es una mujer reprimida que envidia la vida difusa y sin ataduras de esa Ana bailarina de cabaré”, comenta Martínez. El madrileño Álvaro Ogalla encarna a un misterioso hombre enamorado de la protagonista. A Ogalla le conocemos por El apóstata (Federico Veiroj), de la que también fue coguionista. “Al igual que Ana, Marcelo, el personaje que interpreto, se oculta en la noche. Por el día las cosas pueden ser muy diferentes y menos glamurosas”, señala.
El único amigo de Ana en su nueva vida es el Maestro del cabaré, en cuya piel se pone Fernando Albizu. Este destacó en cintas como Gordos (Daniel Sánchez Arévalo, por la que le nominaron al Goya) o A cambio de nada (Daniel Guzmán). “A mi personaje no le gusta nada la realidad, y se cobija en el music hall, mostrando una alegría que no tiene fuera de las tablas”, comenta Albizu. Participó en Rumbos (Manuela Burló).
Nos congratulamos igualmente de la presencia de María José Alfonso en el papel de la jefa del cabaré: Madame Lacroix. Esta veterana del cine y televisión ha aparecido en los últimos tiempos en Oh! Mammy Blue (Antonio Hens) y la serie Servir y proteger. “En Ana de día soy una mujer que está de vuelta de todo, no le debe nada a nadie... y comprende muy bien lo que le sucede a Ana o Nina, su apasionante búsqueda de sí misma”, alega Alfonso.
El papel de la mujer
“Han pasado ocho años desde que se me ocurrió la idea para hacer Ana de día. Me pregunté qué pasaría si un día llamas a tu casa y te contestas tú misma al teléfono. Pensé que ese sería el momento de ser totalmente libre, sin ataduras, sin personalidad”, expone la directora y guionista navarra Andrea Jaurrieta, autora de cortos como A pleno sol, Los años dirán o Algunas aves vuelan solas. “Es indudable que la historia de la película implica una reflexión sobre la educación de una mujer. Las mujeres somos educadas en la corrección, en el pudor. Esto repercute en nuestras relaciones personales y en nuestros actos. En muchas ocasiones no actuamos como quisiéramos por el temor a lo que puedan opinar de nosotras. Somos celosas de algo tan antiguo como la honra. Tenemos muy en cuenta, en cada uno de nuestros actos, la influencia de la familia y lo que un día nos enseñaron”, expone la directora.
Brillantes personajes y magníficos intérpretes llenan esta ópera prima de Andrea Jaurrieta, que posee un atractivo sesgo surrealista, una visión fantasmagórica de la noche madrileña y de esos seres que viven a contracorriente, de día o de noche, resistiendo a un sistema que penaliza al quien no es formal y no hace lo debido. Ingrid García Jonsson une talento, belleza y erotismo en una combinación irresistible, acompañada por los excelentes trabajos de Mona Martínez o Fernando Albizu.