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07-09-2016


Los estrenos del 9 de septiembre



‘Tarde para la ira’



MOTIVOS PARA LA VIOLENCIA
 
 

 
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
La ópera prima de Raúl Arévalo es la obra de un artista que ha sabido utilizar su experiencia como actor de primera fila para componer un filme portentoso que nada magistralmente entre el thriller, el western y el drama. Tres extraordinarios intérpretes, Antonio de la Torre, Luis Callejo y Ruth Díaz, son los intensos cómplices de una historia que Arévalo ha tardado ocho años en llevar a la pantalla y que ha presentado en el Festival de Venecia.
 
   A consecuencia de los golpes recibidos en el atraco a una joyería, muere la novia de José (Antonio de la Torre). Este investiga quiénes han sido los autores del robo y se acerca a la familia de uno de ellos, Curro (Luis Callejo), que cumple condena. Cuando sale de la cárcel, José le obliga a acompañarle en un viaje de venganza.
 
 

 
 
   No hay director español que no confíe en la fuerza y el talento descomunal de Antonio de la Torre. Con su prodigiosa actuación en Tarde para la ira acumula ya, creemos, los suficientes méritos para que le concedan el Goya al mejor actor que merece. “Raúl y yo somos amigos desde hace mucho tiempo. Sabía de este proyecto desde que comenzó a esbozarlo. Yo quería estar ahí. Lo necesitaba. Ha sido un sueño hecho realidad”, comenta emotivamente el intérprete malagueño, con otro papel que dará que hablar en su inminente lanzamiento, el de Que dios nos perdone, de Rodrigo Sorogoyen. “Un momento antes del rodaje de una de las secuencias más extremas de Tarde para la ira, Raúl me recordó algo muy personal qué él sabe de mí. Me conmovió mucho. Entonces dijo que estaba preparado para hacer la escena. No ocurre nada en ella. Solo miro a Luis y Ruth abrazados. Es uno de los mejores planos de la película”, opina De la Torre.
 
   Este mismo año, el segoviano Luis Callejo bordó un papel determinante en Cien años de perdón, de Daniel Calparsoro. En el filme de Arévalo despliega una actuación soberbia, entre la dureza y la fragilidad, que se funde como uña y carne con la de De la Torre. “Nunca había tenido un personaje tan completo, con tantos vaivenes entre secuencias trágicas y otras de casi risa”, reconoce Callejo, que se apuntó otro éxito en Kiki, el amor se hace, de Paco León. Por distintos motivos, tanto De la Torre como Callejo dependen en buena medida de las decisiones que tome el personaje de Ruth Díaz. “Encarno a Ana, una chica de barrio que ha esperado pacientemente a que salga Curro de la cárcel, pero al conocer a José ya no está segura del amor que sentía”, resume la actriz cántabra, en la serie El Caso. Crónica de sucesos.
 
   Merece destacarse también el corto pero sobresaliente cometido de Manolo Solo (B, la película, de David Ilundain), en la piel de un desalmado y chistoso quinqui.
 
 

 
 
El secreto de Raúl Arévalo
“Aunque mi carrera profesional, hasta ahora, ha estado ligada a la actuación, mi sueño desde niño ha sido siempre dirigir. En todos estos años, cada trabajo como actor ha sido para mí un aprendizaje hacia la dirección. Con esta película, por fin, cumplo ese anhelo”, confiesa Raúl Arévalo, el actor de comedias como Las ovejas no pierden el tren, de Álvaro Fernández Armero; y policíacos como La isla mínima, de Alberto Rodríguez, por la que estuvo nominado al Goya. “Uno de los retos era plasmar todo lo que sucede con el máximo realismo posible. Contar mi punto de vista sobre la violencia: una violencia seca, cruda, áspera, como en la vida misma. Y hacerlo a través de un argumento y una estructura llenos de intriga”, aclara.
 
   El actor-director nacido en Móstoles habla de lo que conoce, de lugares y situaciones con las que ha crecido. “Barrios de periferia, pueblos de Castilla, bares de serrín en el suelo en los que se juega al mus, hostales de carretera... Hay que ir a lo más profundo de nuestras raíces para narrar una historia que al final, si habla de seres humanos, es universal”, explica Arévalo, cuyo próximo estreno como intérprete será Oro, de Agustín Díaz Yanes.
 
   Buceando con sutileza y amor en el mejor cine de Sam Peckinpah, Walter Hill o Quentin Tarantino, Arévalo teje un filme de una energía abrumadora. Contiene humor, dolor, tensión, sexo y emoción genuina que nos deja literalmente clavados en la butaca. Pocas veces tenemos la oportunidad de reverenciar a un nuevo director que sepa tan bien, con tanto rigor y austeridad lo que quiere expresar, con un pulso firme y una puesta en escena inteligente y detallista que nos arrebata. Apresúrense a ver esta maravilla que engrandece al cine español. 
 

Antonio de la Torre y Luis Callejo

Antonio de la Torre y Luis Callejo

De la Torre, junto a Ruth Díaz

De la Torre, junto a Ruth Díaz

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