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17-11-2017

La actriz Cuca Escribano con un chal reivindicativo durante una gala de los Goya

La actriz Cuca Escribano con un chal reivindicativo durante una gala de los Goya

 
Solo el 38 por ciento de los personajes 
del cine español
son mujeres
 
 
La tendencia se suaviza en las series televisivas, donde la presencia femenina alcanza el 44,7 por ciento de los papeles
 
Los hombres copan el 66 por ciento de los personajes protagonistas de nuestro cine
 
En televisión las chicas solo son mayoría si son jóvenes: 55 por ciento de protagonistas femeninas en menores de 35 años
 
 
 
 
 
 
El desequilibrio entre hombres y mujeres en las pantallas del cine y las series televisivas españolas no es figurado, sino inapelable en términos numéricos y estadísticos. Así lo avala el Estudio sobre la presencia de la mujer en las producciones españolas de ficción (2014-2016), un exhaustivo trabajo del Departamento de Socios de AISGE (la entidad que gestiona los derechos de propiedad intelectual de actores y actrices) que ha tomado nota de los más de 300.000 personajes en producciones españolas que desfilaron por nuestras pantallas (pequeñas y grandes) a lo largo del último trienio. En un país con casi un 51% de mujeres en su población, los personajes femeninos de nuestro cine son el 37,8% (3 mujeres por cada 5 hombres). Y el desequilibrio es aún varios puntos mayor si nos centramos en los papeles protagonistas. Las diferencias se suavizan algo en el caso de las series españolas, más propensas a los repartos corales, pese a lo cual son los varones los que asumen el 55,3 por ciento de los elencos.
 
   Este es el estudio más exhaustivo que se ha realizado hasta ahora para certificar la menor presencia de la mujer en el sector audiovisual español. Para su elaboración se analizaron 301.912 personajes masculinos y femeninos de los 394 filmes y 16.377 episodios de series españolas que se emitieron entre 2014 y 2016, a fin de conocer la importancia de esos papeles en la pantalla y la edad de los intérpretes que los encarnaron.
  
 
Cine: 1 personaje femenino por cada 1,64 masculinos
Los 394 largometrajes españoles que se exhibieron en salas durante el período 2014-2016 sumaron un total de 9.265 interpretaciones y 82.127 secuencias. De estas dos cifras, apenas un 38% de los personajes y un 37% de las secuencias  correspondieron a lo largo del trienio a mujeres, en clara situación de infer¡oridad respecto a los hombres. El desequilibrio de género es doble, pues además de manifestarse en la cantidad de papeles, los femeninos tienen una menor relevancia: pese a tener a menudo contratos laborales de similar categoría a los de los actores, las actrices desarrollan personajes con menos incidencia en las tramas.
 
   Esta realidad se encuentra en las antípodas de los datos demográficos de la población española, donde las mujeres superan ligeramente en cantidad a los hombres. Y resulta dañina por el enorme impacto que el audiovisual tiene sobre la sociedad, lo que ayuda a perpetuar la asunción de roles distintos para ambos géneros. Tampoco se explica esta desigualdad desde el punto de vista artístico, puesto que la mayor parte de las producciones realizadas en España no corresponde a géneros cinematográficos tradicionalmente masculinos: western, bélico, thriller...
 
   El abismo entre actores y actrices afecta de forma parecida a las diferentes categorías del elenco de una película. Los personajes femeninos obtuvieron una media del 36% en todos los rangos de relevancia durante 2014, del 37% en 2015 y del 39% en 2016. Pero la escasa visibilidad de la mujer en la pantalla la confirma con rotundidad un dato para todo el trienio: las actrices consiguieron solo el 34% de los roles protagonistas, mientras que la cifra ascendió ya al 40% en el caso de los secundarios. Aunque el panorama mejoró muy levemente año tras año, el desequilibrio de sexos es una constante evidente en el séptimo arte.

 
El castigo de la madurez
Las menores oportunidades que encuentran las artistas a la hora de optar a un papel disminuyen aún más conforme su edad avanza. Este estudio permite confirmar la idea de que, para que una mujer ocupe un puesto destacado en un plantel, es preferible que sea joven. En los 143 filmes españoles analizados durante 2014 se contabilizaron 85 protagonistas encarnados por menores de 35 años. Los protagonismos ya se redujeron a menos de la mitad (fueron concretamente 42) en la franja de entre 35 y 44 años: 28 de ellos fueron masculinos y 14 femeninos. Justo el doble. Esa brecha fue acrecentándose en la franja de edad de 45 a 64 años (con 23 actores con personajes de máxima relevancia y solo cinco actrices en la misma categoría) y hacerse con un protagonismo resultó directamente imposible para las mujeres por encima de los 64. Y es que en la muestra analizada no hubo aquel año una sola actriz de esa edad con un papel de esas características, pero tres hombres sí que recibieron ese inusual encargo. En 2015 el panorama empeoró para las intérpretes más jóvenes (entre los 35 y los 44 años apenas se registró un 25% de protagonistas femeninas), aunque paradójicamente mejoró para las de los rangos etarios superiores: por lo menos hubo una artista mayor de 64 con rol protagónigo, y en esa categoría el número de personajes masculinos cayó a solo dos. 2016 volvió a traer buenas noticias para las profesionales en la madurez, especialmente para las de entre 45 y 64 años, pues su raquítica participación del 19% en la máxima categoría interpretativa durante 2015 se elevó luego a un 34%. Aun así, el 76% de todas las intervenciones protagónicas a partir de los 45 correspondió en el trienio a hombres, con más de un 80% en el grupo de 64 años en adelante.
 
   
   El sangrante desequilibrio que perjudica a las artistas maduras afectó también a los personajes con protagonismo compartido o coprotagonistas en cine a lo largo de los tres años del estudio. En 2014, las mujeres de entre 35 y 64 años acapararon únicamente el 32% de los papeles pertenecientes a esta categoría, frente a un 67% para hombres de esa horquilla de edad. El anterior porcentaje descendió al 29% en el caso de las mayores de 64. El panorama se repitiría en 2015, aunque se percibió una pequeña mejora: la de las actrices desde los 35 hasta los 44 años, cuya cuota en roles coprotagónicos se incrementó hasta rozar el 40%, una proporción idéntica a la de sus compañeras menores de 35. En 2016 se produjo una mejora generalizada. Y es que por primera vez, las féminas menores de 35 con personajes coprotagonistas en largometrajes superaban con un 55% a sus coetáneos, que recibieron el 45% de esos papeles. Y hubo ocho actrices por encima de 64 años en este rango de relevancia, casi a la par que actores, quienes consiguieron apenas nueve apariciones. El balance en este segundo escalafón de los elencos cinematográficos es más positivo para las profesionales mayores: a partir de los 45 aglutinaron el 31% de las intervenciones y, una vez cumplidos los 64, llegaron a un 36%.
   
   El equilibrio de sexos por debajo de los 35 años se mantuvo intacto durante todo el período en lo que a personajes secundarios se refiere. Mitad hombres, mitad mujeres. Pero una vez se sobrepasa esa edad, la desigualdad se torna clamorosa. Sorprende en esta categoría interpretativa que la brecha entre unos y otras sea más acusada entre los 35 y los 64 años, momento a partir del cual se suaviza ligeramente pese a constituir el grupo de más edad. Quizá porque en los roles con menor presencia en la pantalla no prima la juventud y belleza que sí se espera de los protagónicos. La horquilla peor parada en el lapso 2014-2016 fue claramente la comprendida de los 45 a los 64: año tras año las intervenciones secundarias se distribuyeron en torno a un 70% para el género masculino y un 30% para el femenino. Ya en la tercera edad, aproximadamente el 42% de las actuaciones correspondió a mujeres.
 
   Por último, en el caso de los intérpretes de reparto en filmes, el panorama volvió a ser el mismo. En primer lugar, prácticamente se mantuvo la paridad entre mujeres y hombres por debajo de los 35, aunque con mayoría femenina en 2016: ellas representaron el 53% de este tipo de personajes y ellos se ocuparon del 47%. En segundo lugar, la distancia entre actores y actrices se amplió en las franjas desde los 35 a los 44 años y desde los 45 a los 64, con hegemonía masculina. El mejor dato del trienio para las artistas de dichas edades en papeles de reparto fue del 41% y se registró en 2014. Nuevamente llama la atención la progresión positiva de las mayores de 64 años, que pasaron de apenas un 35% de las interpretaciones en 2014 al 49% en 2016. Es decir, que el año pasado hubo equilibrio entre ambos géneros en los grupos más joven y más mayor, pero en conjunto... la presencia de mujeres en esta categoría de los elencos no sobrepasó el 37%.
           

Descargar'>'Vis a vis' y 'Velvet' fueron las series más paritarias de entre las analizadas en el estudio

'Vis a vis' y 'Velvet' fueron las series más paritarias de entre las analizadas en el estudio

Televisión: 1 mujer por cada 1,23 hombres
Los 16.380 episodios de series españolas emitidos durante el periodo 2014-2016 en abierto y en canales de pago generaron un total de 292.647 interpretaciones de distinta relevancia. Y de esa cifra, un 44,7% de los trabajos correspondió a actrices, presentes en un 44% de las secuencias. De otro modo: nos encontramos con 1 personaje femenino por cada 1,23 masculinos.

Aunque esta desigualdad de género afecta tanto al número de personajes como a la visibilidad de los mismos en la pantalla, la brecha es menos pronunciada que en el caso del cine (se sitúa aproximadamente en 10 puntos). Ello responde a la tendencia al incremento que experimentaron los papeles femeninos durante el trienio gracias a producciones como Vis a visSeis hermanasAcacias 38... Las máximas distancias entre sexos se dieron en las categorías de protagonistas absolutos (con una media del 60% de hombres frente a un 40% de mujeres) y papeles de reparto (62% frente a 38%), pero en las de coprotagonistas y secundarios se mantuvo cierto equilibrio a lo largo de todo el lapso.

En las series televisivas, de todos modos, llama la atención que la subida en las ratios de mujeres provenga del fuerte crecimiento de papeles femeninos interpretados por actrices menores de 35 años, lo que disipa en cierto modo el optimismo. Es más: evidencia la existencia de roles de mujer ligados a los factores de juventud y apariencia física.
Los papeles televisivos protagonistas (aquellos que aparecen en más del 50% de las secuencias) se reparten en todo el periodo 2014-2016 aproximadamente de la siguiente manera: 6 hombres por cada 4 mujeres. Sin embargo, es muy llamativo analizar qué sucede si nos fijamos solo en protagonistas menores de 35 años. En esta franja son mayoría las mujeres, que acaparan el 55% de los papeles, mientras que los hombres asumen el 45% restante. Nada que ver con lo que sucede en la franja de 35 a 44 años (71% de hombres protagonistas) y en la de 45 a 64 años (66% de varones).
Parecida proporción observamos en la franja de principales (25 al 49% de secuencias): las chicas menores de 35 se hacen con el 54% de los trabajos, pero los hombres vuelven a ser amplia mayoría en las franjas siguientes: el 54% de 35 a 44 años y el 6o% entre los 45 y los 64 años. Queda el consuelo de que la mujer vuelve a predominar (54% de papeles) para los mayores de 65.
 

 
¿Cuántos hombres y mujeres aparecen en las series y pelis más exitosas?
 
La falta de paridad que presenta el cine en España es extrapolable a los elencos de las cintas españolas con más recaudación. El equilibrio entre en los personajes protagonistas y coprotagonistas de Ocho apellidos vascos quedó roto en los demás niveles del plantel. Hasta el punto de que el equipo artístico de 19 integrantes se repartió en 14 hombres (74%) y cinco mujeres (26%). Muy similares resultaron los datos correspondientes a Perdiendo el norte. La desigualdad se acrecentó en el caso de El Niño, donde la presencia femenina se limitaba solamente a seis de los 34 papeles del filme (un 18%). La menor desproporción fue la de Villaviciosa de al lado, que proponía la siguiente distribución: 14 actores (56%) y 11 actrices (44%). El análisis en este sentido viene a decir que géneros como el thriller suelen ser menos igualitarios que la comedia coral.
 
   El contexto es más alentador en las series de televisión, pues del estudio de sus episodios se extrae una conclusión: los papeles encarnados por mujeres supusieron un 19% menos que las interpretaciones masculinas, y ellas representaron una media del 48% en la categoría de personajes coprotagonistas o de protagonismo compartido. Eso sí: el número de apariciones en la pantalla se desplomó en el caso de las artistas mayores de 45 años. La balanza de sexos en el plantel de La que se avecina se inclina del lado de los hombres, con un 58% de actores frente a un 42% de actrices. Ellos fueron claramente más en los rangos de protagonistas (un 74%) y coprotagonistas (63%). Los roles secundarios sí quedaron divididos prácticamente a la mitad. Similar resultado arrojó el serial diario Amar es para siempre, aunque con una cuota de participación favorable para ellas en los escalafones de mayor importancia: superaron a sus compañeros en papeles protagónicos al aglutinar el 56%, mientras que en el nivel de coprotagonistas les correspondió un 47% de todas las intervenciones. La mayor presencia masculina sí resultó muy apreciable entre los personajes secundarios y de reparto. Con un 60% de actores y un 41% de actrices, la descompensación de géneros en detrimento del femenino se manifestó en todas las categorías del elenco de Cuéntame cómo pasó, aunque el abismo se magnificó entre los protagonistas (el 32% fueron mujeres) y las interpretaciones de reparto (un 34%).
 
   La tendencia de las tres anteriores producciones a primar los personajes masculinos sobre los femeninos se resquebrajó gracias a Velvet, cuyos capítulos contaron con un 52% de actores y un 48% de actrices, si bien estas se impusieron con claridad a sus compañeros en el mayor rango interpretativo: ostentaron el 65% de los roles protagónicos. En el resto de niveles la relación entre ambos sexos permaneció bastante equilibrada, pero ellos estuvieron ligeramente más presentes (en torno al 51% frente a un 49%). Le corresponde además a Velvet el mérito de romper otra constante lamentable, la de conceder menos papeles a mujeres por encima de los 35 años, pues aquí predominaron sobre las menores de esa edad tanto en protagonistas como en coprotagonistas, secundarias, de reparto...
 
   Y la revolución llegó de la mano de Vis a vis, cuyas tramas en una cárcel femenina invirtieron los datos de La que se avecinaAmar es para siempre o Cuéntamelas actrices constituyeron el 60% del equipo y dominaron en los sucesivos rangos de relevancia. Sobre todo en el de protagonistas absolutas, el cual coparon al 100%, aunque todas ellas con una edad por debajo de los 35. Más igualdad existió entre los hombres (44%) y las mujeres (56%) que encarnaron papeles coprotagonistas o con protagonismo compartido. Relagadas de los puestos con mayor peso, las artistas de 35 años en adelante sí lograron ser mayoría en los personajes secundarios y de reparto. Pese a las excelentes cifras de audiencia cosechadas tanto por Velvet como por Vis a vis, se trata de fenómenos aislados en el conjunto de la ficción televisiva en España, incapaces de modificar sustancialmente la dinámica general.
                  

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