− ¿Cuál considera que es el principal problema del celuloide español y qué solución se le ocurre para paliarlo?
− Nuestro cine no está pasando por su peor momento. Sí en número de producciones, pero no en calidad. Basta con ver La isla mínima, Magical Girl, El Niño u Ocho apellidos vascos. Todas han gustado y funcionado bien en taquilla. Mientras rodábamos Encontrados… en EEUU me di cuenta de las facilidades que ponen para filmar en cualquier ciudad; de ahí que conozcamos tan bien ese país sin necesidad de haber estado. El Gobierno debería promover nuestras producciones como carta de presentación de España. Otras medidas urgentes son la bajada del IVA cultural y crear una industria potente. El cine es un negocio y precisa resultados económicos, así que debemos apreciar más nuestras ficciones y saber venderlas mejor. Hoy compramos cualquier filme extranjero porque nos lo presentan como superior, cuando en realidad aquí hay mucho talento, solo hay que promocionarlo fuera de nuestras fronteras. ¡La imagen es un idioma universal!
− ¿Cuál fue el primer intérprete que le conmovió hasta la lágrima?
− Edward Norton en American History X.
− ¿Qué frase de película le gusta aplicar como leit motiv personal?
− “La vida es bella”. A veces olvidamos lo bello que es vivir.
− ¿Qué filme ha visto tantas veces que se sabe los diálogos completos de alguna escena?
− La lengua de las mariposas, Días de fútbol, El padrino, Tarde de perros… ¡Hay muchos títulos que me encantan para verlos en repetidas ocasiones!
− ¿Nos cuenta alguna anécdota que haya vivido como espectador en un cine?
− Fui a ver la obra El intérprete, con Asier Etxeandia como protagonista, al Teatro La Latina. Tenía el día un poco tristón y salí con una alegría tremenda. Esa es la magia del teatro, y también de Asier.
− ¿A qué serie de televisión está enganchado?
− Acabo de terminar Peaky Blinders, emitida por la cadena británica BBC, sobre una mafia nacida en Birmingham después de la Primera Guerra Mundial. Me encanta. La labor de todos sus intérpretes es una clase magistral.
− ¿Cuál es el mejor consejo que le ha dado alguien cercano para ejercer esta profesión?
− “Nunca dejes de actuar. Si no te llaman, crea tus propios trabajos”. Me lo dijo Luis Hostalot, a quien tengo mucha estima. Ese y otros consejos suyos resuenan siempre en mi cabeza.
− ¿Qué punto fuerte destacaría de usted como intérprete?
− Estar con el compañero, no concibo la interpretación sin el otro. Recibo y devuelvo todo lo que me está dando. Si los actores están conectados y escuchándose, aparece la verdad, surge algo único y real.
− ¿Y débil?
− A menudo quiero dirigir las escenas desde dentro. Es algo que intento corregir, ya que no me permite entrar plenamente en el personaje, sino que pienso en cómo debería marchar la situación en general.
− ¿Cómo titularía la autobiografía de lo que lleva vivido hasta ahora?
− Un camino hecho paso a paso. Aún no he pegado grandes zancadas, pero estoy contento de adónde voy llegando.
− ¿A qué lugar del planeta le gustaría teletransportarse mañana?
− A la India. Su cultura y su gente me llaman mucho la atención. Es un viaje que siempre he querido hacer y lo he ido postergando. Sería simplemente coger una mochila y recorrer. ¡Qué aventura tan enriquecedora!
− Adelántenos, ahora que no nos escucha nadie… ¿Cuál es el siguiente proyecto que se va a traer entre manos?
− Por el momento sigo en el Off del Teatro Lara con Amores minúsculos, cuya acogida por parte del público y crítica es muy satisfactoria. Si todo va bien, y esperemos que así sea, en no muchos meses podrían llegar muy buenas noticias para la obra. Aunque no nos escuche nadie, prefiero no adelantar nada, no vaya a ser que se gafe… [Risas].
− ¿Qué sueño profesional le gustaría hacer realidad?
− Rodar una película junto a Javier Bardem y Luis Tosar. Si en el reparto están además Blanca Portillo y Carmen Machi, ya me puedo morir tranquilo. ¿Pido mucho, no?
− ¿Qué canción simboliza el momento actual de su vida?
− Don’t stop me now, de Queen.
− ¿Qué titular le gustaría leer en el periódico de mañana?
− “Tres de cada cuatro actores están trabajando”.
− ¿Qué otra época de la historia elegiría para nacer?
− Los años veinte en Nueva York. Me habría ido de cabeza al Actor’s Studio y… ¡quién sabe si hubiera sido compañero de escena de Brando!
− ¿Con qué parte de su cuerpo se siente más satisfecho?
− Con los ojos. Aunque me juegan malas pasadas, se me ve todo en ellos…
− Díganos qué le parece más reseñable de AISGE y en qué aspecto le gustaría que mejorásemos.
− AISGE es imprescindible. No solo por la recaudación de derechos, también por la información práctica que ofrecéis a todos los que nos dedicamos a esto. Y por los cursos: ahora estoy recibiendo uno de inglés. Me parecen magníficas las iniciativas para promover que el artista siga formándose. En cuanto a la labor de comunicación, me leo todas las entrevistas, bien en la revista o a través de la web. Es importante e interesante saber qué piensan los demás compañeros. ¡Seguid así, hacéis mucha falta! Mi más sincera felicitación.