− ¿Ha pensado alguna vez en tirar la toalla?
− No. Conozco muy bien este oficio, y es una carrera de fondo. Las cosas llegan cuando tienen que llegar, hay que tener paciencia y ser optimista, sin permitir que el desánimo se lleve las ganas de luchar. Sí he vivido momentos duros de no saber qué hacer: no recibes una llamada ni te convocan a una sola, pero ‘los olvidados’ vemos cómo se estrenan continuamente nuevas series y largometrajes. ¡Sigamos luchando!
− ¿Cuál considera que es el principal lastre del cine español y qué solución se le ocurre para paliarlo?
− La falta de ayudas y la piratería. Pero el problema más preocupante es que el Estado no apoya nuestro celuloide, los gobernantes de este país son unos catetos que no valoran la importancia del celuloide. La cosa mejorará cuando vean que, además de cultura, es lo que les gusta a ellos: un business. Sintámonos orgullosos de la maravillosa ficción que producimos en España. Que q uiten ya el IVA al 21 por ciento e implanten un tipo superreducido. Así se abarrotarían los cines, los teatros, las salas de conciertos, los auditorios… ¡Eso sí generaría pasta, que no se enteran!
− ¿Qué largometraje ha visto tantas veces que se sabe los diálogos completos de alguna escena?
− Willow. De pequeño fui a verla con mi madre y lloraba cuando los malos se llevaban a la princesa Elora Danan. Nunca me canso de repetir esa película.
− ¿A qué serie está enganchado?
− La última fue la colombiana Pablo Escobar: el patrón del mal, capaz de cosechar éxito mundial. También sigo Vikings, The Walking Dead, Breaking Bad, Homeland, Cuéntame, Narcos…
− ¿Cuál es el mejor consejo que le ha dado alguien cercano para ejercer este oficio?
− He procurado quedarme con muchos. ¿Uno de ellos? “No tengas prisa, esto es una carrera de fondo. Haz todo lo te propongan, sobre todo si estás empezando. Rueda cortometrajes sin parar con escuelas de cine, con universidades, con tus amigos. Haz teatro. Si tienes inquietudes más allá de la actuación, ve a por ellas también. Escucha a los que llevan mucho tiempo en esto y luego haz lo que te dé la gana”. Eso hago yo, pero cada uno vive de una manera. Y de mi cosecha añado lo siguiente: ríe mucho, la interpretación es un juego. En el momento en que deje de serlo, es que la cosa no va bien. No dejes que te coman la cabeza en las escuelas ni te tomes muy en serio lo que te digan en los comienzos de tu carrera, ten una opinión propia, que este es un mundillo de buitres y la envidia está presente en mucha gente que trata contigo. Esfuérzate en cuidar a tus amigos y compañeros de proyectos, porque nunca sabes cuándo te los vas a encontrar de nuevo o si necesitarás su ayuda. Sonríe. Disfruta. Haz lo que te aporte felicidad. Rompe las normas. Juega”.