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08-11-2016


Los estrenos del 11 de noviembre



‘No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas’



LOS VUELCOS DEL CORAZÓN
 
 

 
 
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Después de triunfar con Ahora o nunca, la catalana Maria Ripoll nos presenta la adaptación de No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, la exitosa novela de Laura Norton, seudónimo de una escritora madrileña. Se trata de una comedia simpática y muy pop que ha sido producida por Zeta Cinema, la misma que se encontraba detrás de éxitos como Tres metros sobre el cielo y Anacleto, agente secreto.  
 
   Sara (Verónica Echegui) está nerviosa planeando al detalle la vuelta a casa de su novio Roberto (David Verdaguer) después de un año fuera de España. Lo que no podía prever es que sus padres decidan de pronto separarse y que su hermana Lu (Alba Galocha) se vaya a casar con Aarón (Álex García), famoso cantante y amor de Sara en su adolescencia. Todo eso la desestabiliza y le deja con el karma por los suelos.
 
 

Verónica Echegui y Álex García

Verónica Echegui y Álex García

 
 
   Desde su descubrimiento por el añorado Bigas Luna en Yo soy la Juani, Verónica Echegui ha demostrado su desbordante talento en Katmandú, un espejo en el cielo, de Icíar Bollaín, o La gran familia española, de Daniel Sánchez Arévalo. “No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas es la película de Sara, es decir, de Verónica Echegui. El primer día que nos vimos para los ensayos ya llegó vestida como Sara y con gafas. Se ha convertido en ella, la enriquece, es como un milagro”, comenta la directora Ripoll. Su partenaire en el filme es el canario Álex García, uno de los galanes más solicitados de nuestro cine. Entre sus últimos éxitos figuran La novia, de Paula Ortiz, y la superproducción Gernika, de Koldo Serra. “Es un tipo maravilloso. Detrás de esa belleza arrolladora se esconde un alma dulce y tierna que te derrite. Trabajar con él es un placer casi terrenal”, señala la cineasta sobre García.
 
   Otro actor en alza es el catalán David Verdaguer, protagonista de 10.000 km, de Carlos Marques-Marcet y que también destaca en 100 metros, el estreno de la semana pasada de Marcel Barrena. “Se implicó mucho desde el primer día de ensayos. David es un talento puro para la comedia. El entendimiento con Verónica fue total y cada una de las escenas que han compartido es tronchante”, opina Ripoll.
 
   Los padres de Sara/Verónica Echegui son Jordi Sánchez (en el reparto del taquillazo Cuerpo de élite, de Joaquín Mazón) y Elvira Mínguez, una de las protagonistas de la aún en cartel El elegido, de Antonio Chavarrías. Sobre ellos, la realizadora afirma: “Son un tándem maravilloso, original y sorprendente. Se separan hartos de tantas discusiones, pero descubren que no les va nada bien a cada uno por su parte”.
 
   En otros papeles de importancia encontramos a Cecilia Freire (Mortadelo y Filemón: misión salvar la tierra, de Miguel Bardem) y la prometedora Alba Galocha, en su segunda película tras El hombre de las mil caras. “Irradia carisma por cada poro de la piel”, avisa la cineasta sobre la actriz y cotizada modelo.
 
 

Echegui y David Verdaguer

Echegui y David Verdaguer

 
 
Mundo femenino auténtico
Maria Ripoll tiene ya a sus espaldas una extensa carrera de películas, desde Lluvia en los zapatos a Tu vida en 65’, Rastros de sándalo o la mencionada Ahora o nunca, que protagonizaron en 2015 Dani Rovira, María Valverde y Clara Lago. “Cuando leí la última página de No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, pensé que la novelista, Laura Norton, reflejaba un mundo femenino auténtico. Me fascinó Sara, su sinceridad y sus contradicciones. Pensé que teníamos delante un personaje con humor, optimismo, frescura, honradez y, sobre todo, mucha verdad”, expone la directora barcelonesa.
 
   “Hemos hecho un gran esfuerzo para que la estética de la película se pareciera a los personajes. El vestuario y localizaciones se enmarcan en un entorno alegre y colorista”, aduce Ripoll, muy contenta con la respuesta de actores y técnicos en el rodaje. “Filmamos con lluvia y frío en el zoo de Guadalajara, en la vorágine del barrio de Malasaña en Madrid y de ahí pasamos al calor húmedo y asfixiante de Hong Kong, todos conjurados para lograr una película de amor que llene salas y corazones”.
 
   No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas apuesta por un tipo de comedia sutil y a veces loca, pero que insiste mucho en la construcción de unos personajes que acabamos queriendo y en los que de una u otra forma nos reconocemos. Un cine sensible e inocente que encontrará un público ávido de esas sensaciones reconfortantes.
 
 

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