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28-11-2016
Los estrenos del 2 de diciembre ‘Villaviciosa de al Lado’
GLORIAS Y MISERIAS DE UN PUEBLO
ALBERTO ÚBEDA-PORTUGUÉS
Espoleado por el éxito de sus anteriores películas (Fuera de carta, Que se mueran los feos o Perdiendo el norte), el zaragozano Nacho G. Velilla ha apostado de nuevo por la comedia en Villaviciosa de al Lado, en la que un elenco de intérpretes magistrales nos da la ocasión de reírnos con ganas de las miserias y las glorias de un pueblo que esconde muchos divertidos secretos.
Un trágico accidente en el balneario de Villaviciosa de al Lado provoca su clausura y la ruina del municipio. La Navidad llega y a algunos vecinos les toca el Gordo de la Lotería. El alcalde, el líder del partido radical, el dueño de la frutería, el del casino y hasta el tonto del pueblo tienen participaciones. Lo malo es que las poseedoras de los décimos son las chicas del club de alterne que todos frecuentan sin saberlo sus respectivas esposas. ¿Cómo cobrarán el dinero sin que les echen de casa?
Carmen Ruiz, Belén Cuesta, Yolanda Ramos, Goizalde Núñez y Carmen Machi Reunión de comediantes
Comedia o drama (reciente su triunfo en La puerta abierta), Carmen Machi es siempre convincente y genial. En Villaviciosa de al Lado encarna a la Mari, que regenta con mucho acierto el club Momentos, venerado por los hombres del pueblo y odiado por las mujeres.
Leo Harlem (cotizado monologuista que hace su debut en el cine) es Anselmo, el alcalde, un político muy moderno y muy corrupto.
Carlos Santos (Roldán en El hombre de las mil caras) incorpora a Ricardo, un izquierdista para el que lo más importante, a falta de ideas, es la pose.
El popular Arturo Valls (en programas de televisión como ¡Ahora caigo!) interpreta al frutero César, un hombre pesimista que no suele enterarse de nada.
Otra excelente cómica, Carmen Ruiz (Mi gran noche, de Álex de la Iglesia) es Milagros, la mujer del alcalde. En realidad es ella la que toma las decisiones de su marido y la que sabe ponerse seria cuando la situación lo exige.
Jon Plazaola (en la serie Allí abajo) aborda el papel de Carlos, un tipo inteligente y guapo, y poco resolutivo, que está a punto de conocer a la mujer de su vida.
La madrileña Macarena García (Palmeras en la nieve, de Fernando González Molina) es Sole, nueva en el puticlub. Ha llegado allí para ayudar a su madre, ya que no ha encontrado otra ocupación en medio de la crisis. Cree que el amor y el sexo son la misma cosa.
A Belén Cuesta la vimos este año en el éxito Kiki, el amor se hace, de Paco León. En la cinta encarna a Elisa, harta del pueblo y deseosa de volver a la rutina consumista de la gran ciudad.
Salva Reina (le recordamos de La isla mínima) es Nino, el tonto del pueblo, aunque a veces parece más espabilado que los normales.
Nominada en 2014 a los Goya por Carmina y amén, la barcelonesa Yolanda Ramos se mete en la piel de Visi, la mujer del frutero. Impulsiva de pensamiento y obra, en cuyo caso es mejor no estar cerca.
Además de la participación de Jorge Asín o Goizalde Núñez, un trío de magníficos veteranos dan mayor relieve, si cabe, a Villaviciosa de al Lado. Julieta Serrano (una madre beata), inolvidable en Mi querida señorita, de Jaime de Armiñán; y los jubilados del pueblo, Tito Valverde (siempre en la mente su Comisario televisivo) y Miguel Rellán, protagonista con Julia Gutiérrez Caba de la obra en cartel Cartas de amor.
Leo Harlem, Jon Plazaola y Gonzalo Ramos Ajenos a lo políticamente correcto
“Los personajes de Villaviciosa de al Lado se mueven entre lo sublime y lo patético, lo mezquino y lo tierno. El sarcasmo, la mala leche y la crítica a lo políticamente correcto están muy presentes en sus calles. Algo, por otro lado, muy normal si tenemos en cuenta que se trata de un ambiente en el que eso de ‘meter las narices donde no te llaman’ puede considerarse parte de la idiosincrasia local”, comenta Nacho. G. Velilla, que se ha basado en un hecho real sucedido en un pueblo de Toledo en 2013. “Lo que hemos pretendido con este entorno rural y estos personajes es saber lo que pasa cuando sacamos lo peor de cada uno, de qué manera somos esclavos de las apariencias y la hipocresía, y de cómo la doble moral es el instrumento que manejamos para poder vivir en sociedad”, reflexiona.
Villaviciosa de al Lado se mofa implacablemente de la corrupción, la fidelidad, la religión y todo lo que se ponga por delante. Velilla nos regala unos personajes a los que seguimos con la sonrisa a punto de convertirse en carcajada. El mérito es también, por supuesto, de unos brillantes intérpretes que nos encandilan.
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