Carmen Roche

Cuenta esta artista zaragozana de en 1948 que no se recuerda a sí misma si no es bailando, que los primeros movimientos de su cuerpo fueron los del folclore aragonés o que con solo seis añitos ya se apuntó a una escuela de danza y canto. A los nueve nos la encontramos en manos de la maestra María de Ávila y desde los 13 interpretó diversos papeles en el Ballet de Antonio. A finales de los sesenta llegarían sus incorporaciones al Ballet Gulbenkian lisboeta y al bruselense Ballet Siglo XX de Maurice Béjart, insigne bailarín y coreógrafo junto al que desarrolló una importante labor artística. "Además de un gran creador, era una bellísima persona”, asegura sobre él.

   Decir de ella que es maestra de maestros es simplemente hacerle justicia a quien lleva casi cinco décadas haciendo cantera. Su eficaz labor pedagógica comenzó allá por 1974 en el Conservatorio de Bruselas, al que seguirían otras plazas internacionales antes de su regreso a España en 1979. En 1984 creó el Centro Internacional de Danza de Madrid. Tras impartir cursos avanzados, clases magistrales y conferencias en instituciones españolas y extranjeras, en 1998 puso en marcha la Fundación Carmen Roche. El siguiente paso sería la apertura del Centro Superior de Artes Escénicas SCAENA en 2002, de cuya dirección se encarga todavía hoy.

   Su brillantísima y diversa trayectoria le ha valido la Medalla de Plata al Mérito en las Bellas Artes (1995), la Medalla a la Excelencia Artística del Gobierno de Nicaragua (2009) o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2012), reconocimientos a los que se suma este galardón con el que AISGE celebra su talento.

Matrimonio y pareja artística, los nombres de María del Sol y Mario La Vega son inseparables. En su etapa como bailarines principales del Ballet Español Antología, donde compartieron éxitos con los coreógrafos Alberto Lorca o Ángel García, recorrieron los más diversos escenarios del mundo con un repertorio en el que destacaba especialmente la parte bailable de la ópera Carmen.